Un vecino de Girona de 90 años se ha encontrado este miércoles con la desagradable sorpresa que había unos desconocidos viviendo en una casa que desde hace meses tiene puesta en venta en el paseo Joan Bosco, en el barrio de Pont Major de Girona. Fue el pasado verano cuando, tras un largo proceso judicial para echar a unos inquilinos que habían dejado de pagarle el alquiler hacía años, decidió desprenderse de la casa. Desde entonces, va a menudo a hacer tareas de mantenimiento, pero esta mañana se ha encontrado con la cerradura de la puerta forzada y con una silla colocada de manera que cerraba el acceso al interior, tal como ha explicado al Diari de Girona. Ante esta situación, el anciano ha alertado a los Mossos d'Esquadra, que se han desplazado hasta la vivienda para ver cuál era la situación, junto con efectivos de la Policía Local.

Los agentes desplazados al inmueble han identificado a las personas que había en el interior del inmueble, dos familias con menores de edad, y han constatado que hacía dos noches que vivían allí, aunque el propietario asegura que cuando fue a arreglar el jardín este martes no había nadie. Además, los ocupas afirman que ellos habían pagado una cantidad de dinero para poder entrar a vivir en la vivienda. Por este motivo, habiendo pasado más de 24 horas de la ocupación y teniendo en cuenta que no era la primera residencia del anciano, los agentes no han podido llevar a cabo un desalojo exprés. Los efectivos policiales han recomendado al propietario presentar una denuncia y abrir la vía judicial para poder echarlos.

La Audiencia de Girona, a favor de los desalojos exprés

A raíz del polémico caso de la ocupación en una vivienda de Girona, tal como adelantó ElCaso.com, en que la policía echó a la familia de Jordi Riera y dejó entrar a los ocupas, la Audiencia de Girona ha decidido cambiar los protocolos para agilizar el proceso. Por una parte, permite que se pueda hacer un desalojo exprés sin la previa autorización judicial siempre que sea durante las primeras 24 horas de la ocupación, cosa que no se ha podido cumplir en el caso del anciano de 90 años. Por otra parte, también pretende agilizar los procesos judiciales, que antes podían alargarse meses y años, y que a partir de ahora será cuestión de días o semanas.

En este sentido, la justicia ha unificado criterios y ha establecido una serie de indicaciones sobre cómo actuar en este tipo de casos en que alguien ocupa una vivienda de segunda residencia o donde no vive nadie. Los efectivos policiales tienen que identificar a los ocupas y avisarles del hecho de que se podría iniciar un proceso judicial por un delito leve de usurpación de bienes inmuebles. Este proceso será en formato de juicio rápido, que se celebrará al cabo de pocos días hasta con el objetivo que la sentencia se dicte en el menor tiempo posible. Esta misma semana, el Ayuntamiento de Girona ha anunciado precisamente que se ha actualizado el protocolo de actuación de la Policía Municipal en relación con la ocupación de inmuebles para adaptarla al contexto actual.