Nuevo incidente violento en la Mina. En medio de un amplio despliegue policial para intentar calmar los ánimos después del tiroteo del pasado 10 de enero, el CAP de este barrio de Sant Adrià de Besós vivió momento de tensión este jueves. Hacia las nueve de la mañana, un hombre acudió al centro con la intención de que le recetaran el medicamento que él quería. La doctora se negó a ello, momento en que el hombre exhibió un arma blanca y, en actitud agresiva, la empezó a amenazar, tal como ha adelantado El Periódico. La facultativa solicitó ayuda y los vigilantes de seguridad del centro médico retuvieron al hombre hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra y lo detuvieron acusado de un delito de amenazas.

El incidente obligó a suspender la actividad del CAP

Afortunadamente, el incidente se cerró sin que ninguna persona acabara resultando herida. Los hechos, sin embargo, alteraron el normal funcionamiento del CAP, que se tuvo que suspender para garantizar la seguridad tanto de los trabajadores como de los pacientes. El centro ya ha reabierto para atender urgencias y  curas, pero las visitas programadas que no se pudieron llevar a cabo serán reagendadas próximamente, según han informado desde el Institut Català de la Salut (ICS). La institución pública ha condenado los hechos y ha remarcado que se está trabajando para velar por la seguridad de los profesionales y afirman que se reevaluará si hay que poner en marcha otras acciones para evitar nuevos incidentes.

Por su parte, sindicato de enfermería SATSE reclama medidas inmediatas para proteger los ambulatorios más vulnerables. La asociación apunta que el incidente con el arma blanca es solo la última muestra de "la situación de riesgo" que sufre el personal del CAP La Mina, donde ya se han vivido varios episodios violentos. En este sentido, el colectivo señala que los problemas más habituales en este centro son con personas que van a urgencias y exigen que se les atienda de forma inmediata y que quieren medicamentos que no se les pueden suministrar, cosa que provoca reacciones violentas. Por eso, desde SATSE reclaman que se apliquen medidas para evitar que ningún paciente pueda acceder al centro con armas y piden hacer un estudio externo que identifique las "zonas calientes" y la tipología de conflictos para implementar acciones específicas.

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Reclaman medidas para acabar con la violencia en el CAP La Mina. / SATSE

La Mina, fuera de control

Este nuevo incidente en el CAP La Mina llega en medio de una gran preocupación por la pérdida del control en este barrio de Sant Adrià de Besòs. En los últimos años, se ha convertido en punto de producción y exportación de marihuana, con decenas de pisos ocupados que sirven de plantaciones y con varios clanes de etnia gitana enfrentados entre ellos por el control del barrio. Eso ha generado un círculo vicioso que ha llevado cada vez más violencia a sus calles y que llegó a su punto álgido el pasado 10 de enero, cuando una tontería entre menores de edad acabó con más de 150 tiros y una mujer herida. Generalitat y Ayuntamiento ya se han puesto manos a la obra para pacificar la zona y recuperar el control con un amplio despliegue de Mossos las 24 horas del día. Sin embargo, antes de que pudieran detener a nadie, han sido los mismos clanes de etnia gitana los que, siguiendo su propia ley, han desterrado a dos de los implicados en el tiroteo.