Nuevo fin de semana de puente, nueva oportunidad para hacer una 'rave' en la Anoia. Eso es lo que habrán pensado las más de un centenar de personas que desde este sábado por la tarde se encuentran haciendo una fiesta ilegal en el parque eólico situado entre los municipios de Rubió, Òdena y Castellfollit del Boix. Los Mossos d'Esquadra han rodeado la concentración y controlan los accesos, identificando a toda la gente que entra o sale de la zona delimitada.
Según ha adelantado Regió7, la fiesta ilegal se tenía que hacer en la localidad de Carme, en la Anoia, pero se acabó frustrando y los coches acabaron desplazándose hasta el parque eólico de Rubió, en la parte que se encuentra dentro del término municipal de Castellfollit del Boix, en el Bages. Al verlo, los vecinos intentaron evitar la concentración, pero ya era demasiado tarde. Durante toda la noche y este domingo ha estado resonando la música a todo volumen por el municipio y los ciudadanos tienen miedo de que se pueda alargar muchos más días, teniendo en cuenta que esta semana hay dos días festivos y el puente de la purísima.
La Anoia, escenario habitual de 'raves' de este estilo
Castellfollit del Boix ya había sido escenario de una 'rave' muy parecida el año pasado. En este municipio del Bages, a pesar de que limítrofe con la Anoia, se celebró una fiesta ilegal en la zona de la ermita que duró todo un fin de semana y afectó a la gente del pueblo, ya que se encontraba cerca del cementerio y quedó todo lleno de basura. Esta es solo una de las muchas concentraciones de este tipo que en los últimos años se están produciendo por la zona. Este pasado verano, tuvo lugar una 'rave' en la pedrera de Orpí en que también participaron más de un centenar de personas.
En enero de 2021 también se celebró una fiesta ilegal en una finca de la urbanización Can Canals de Piera, en que se identificaron y denunciaron a 27 personas. Pero si ha habido una concentración fuera de la ley en la zona que ha generado mucha polémica es la que tuvo lugar unos meses antes, por el puente del pilar del 2020. En pleno pico de la pandemia, más de 250 personas se reunieron en una masía abandonada de Rubió, a la cual accedieron rompiendo las cadenas. Los participantes montaron tiendas de campaña y carpas donde durmieron durante los tres días que se alargó la fiesta con música a todo volumen y sin ninguna medida de seguridad contra la covid-19. Se levantaron 219 actas, trece denuncias por alcohol y dieciocho más por drogas.