Trágico final para Noemí Martínez, la mujer que en octubre de 2022 asesinó con un cóctel de fármacos a su hija Olivia, de solo 6 años, un día después de conocer que había perdido la custodia. Según las primeras informaciones, la parricida de Gijón ha aparecido ahorcada dentro de su celda del Centro Penitenciario de Asturias este domingo, donde llevaba ingresada desde el pasado 2 de noviembre a la espera de que empezara el juicio contra ella. Han sido los funcionarios de la prisión que hacían la ronda matutina los que han encontrado a la mujer sin vida, en torno a las siete de este 24 de septiembre.

"Antes de dejarla con su padre, la mato"

La pequeña Olivia murió a manos de su madre el 30 de octubre del 2022. Aquella noche, Noemí le dio a la niña un vaso de leche con cacao antes de dormir, una bebida del todo inocente si no fuera por la mezcla de barbitúricos que le añadió. El cóctel de los fármacos fue demasiado para la Olivia, que murió asfixiada a consecuencia de una sobredosis. La madre también se tomó las pastillas, pero las tenía prescritas como parte de un tratamiento psicológico, y su cuerpo aguantó hasta el día siguiente, cuando los policías irrumpieron en el piso y encontraron a madre e hija tendidas en la cama, las dos inconscientes.

El detonante de esta triste historia fue un pleito entre Noemí y su exmarido, Eugenio, para decidir quién se quedaba la custodia definitiva de la niña, y que en aquel momento hacía cinco años que estaba en marcha. El día antes de cometer el crimen, a Noemí le notificaron la sentencia del juzgado: Olivia se marcharía a vivir a Segovia con Eugenio de manera definitiva. "Antes de dejarla con su padre, la mato"; esta frase es un mensaje que Noemí envió a su hermano cuando se enteró de que perdería a su hija. Desgraciadamente, no fueron palabras vacías, y la mujer puso fin a la vida de Olivia.

Denunció al padre por supuestos maltratos

Durante los años que duró la lucha por la custodia de la pequeña, Noemí lo intentó todo: denunció a su exmarido hasta 28 veces por supuestos maltratos, tanto físicos como psicológicos, y por agredir a la menor. Eugenio fue absuelto en todos los casos por falta de pruebas, y el juez le acabó otorgando la custodia de la niña. Era el último fin de semana que Olivia pasaba con su madre en el domicilio de Gijón, donde hacía poco que se habían trasladado, antes de volver definitivamente a Segovia, a casa de su padre.