Gijón ha despertado hoy con la peor de las noticias. Una niña de seis años ha sido encontrada muerta en el domicilio de su madre, y esta ha sido detenida por el presunto asesinato. Los hechos han ocurrido en un piso de alquiler en la avenida Gaspar Laviana situado en el barrio El Llano de la localidad asturiana.
La Policía Nacional había sido alertada por la familia de la niña al no tener noticias de ninguna de las dos. Para cuando los servicios de emergencia consiguieron entrar en el domicilio, la niña ya estaba muerta. La encontraron tendida en la cama con la madre a su lado. Según fuentes policiales, la hora de la muerte se sitúa en turno a la medianoche.
Le habría dado barbitúricos
La acusada indicó en los agentes que había tomado pastillas, y fue transportada, ya detenida, al Hospital Joven de Gijón por observación. Todavía no han llegado los resultados de la autopsia, pero las primeras investigaciones apuntan que la ingesta de barbitúricos podría ser la causa de la muerte.
La Policía Nacional de Gijón se ha hecho cargo de la investigación. Fuentes consultadas por la agencia EFE han explicado que la mujer se había separado hacía poco, y era su turno de la custodia de la hija, que había llegado hacía dos días de casa de su padre, a quien reside fuera de Asturias. Por otro lado, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha informado de que la madre no pasará todavía a disposición judicial.
Hace medio año otra tragedia conmocionó todo Asturias. El asesinato de Érika Yunga, una niña de 14 años en manos de su vecino. Este caso ocurrió en Oviedo, donde uno de los vecinos de la niña, un hombre de 31 años la acosó durante meses hasta que acabó matándola a puñaladas en las escaleras del edificio en el cual vivían. El asesino tenía antecedentes por agresión sexual y otros vecinos aseguraron que estaba obsesionado con el Érika. Además, después de cometer el crimen, se autolesionó con la misma arma, clavándosela hasta veinte veces en el pecho, la cara y el cuello.