Noelia de Mingo, exdoctora de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde mató a tres personas el año 2003, ha aceptado ahora una condena de 33 años de internamiento en un centro psiquiátrico. Esta pena llega después de que en el año 2021 atacara y apuñalara a dos mujeres en un supermercado del municipio madrileño de El Molar. Las víctimas, una cajera y la propietaria del establecimiento, quedaron heridas con un cuchillo de 20 centímetros, una de ellas con una puñalada muy grave en el pecho. De Mingo fue acusada de dos tentativas de homicidio, e ingresó de manera forzosa a la unidad de Psiquiatria del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes.

Las dos acusaciones particulares pedían para De Mingo 15 años de prisión por cada tentativa, pero el abogado de la exdoctora pidió su internamiento en un psiquiátrico; hay que recordar que De Mingo sufre esquizofrenia paranoide, una enfermedad que provocó que, según el escrito de la defensa, "la percepción y el entendimiento de la realidad estén gravemente alterados" al momento de atacar a las dos víctimas, hecho que "limitaba sus capacidades intelectuales y volitivas". Por otra parte, la condenada tendrá que pagar 110.000 y 50.000 euros de compensación respectivamente a cada una de las víctimas.

Asesinó a tres personas hace 20 años

El apuñalamiento de las dos trabajadoras de supermercado no fue la primera vez que Noelia de Mingo atacaba a alguien. De hecho, en el año 2003, cuando empezaron sus problemas psicológicos, mató a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz, donde trabajaba. La primera de sus víctimas fue su compañera Leila El Ouamari, de 27 años, a la cual apuñaló. Acto seguido, se dirigió a una paciente de 77 años y la acabó matando. Hasta que no fue retenida, Noelia de Mingo atacó a todas las personas que se encontraba en su camino, tres de las cuales murieron.

En aquel momento fue acusada de tres delitos de asesinato, cuatro de tentativa de homicidio y un delito de lesiones graves, y fue condenada a 25 años de reclusión en un centro psiquiátrico. Salió en libertad el año 2017, sin embargo, por decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, que la dejó bajo custodia familiar. Después de cuatro años, el 20 de septiembre del 2021, tuvo otro brote que la impulsó a intentar matar a las dos mujeres.