El pasado 12 de julio, a las cinco y media de la tarde, los servicios de emergencias atendieron una alerta en un camping de Blanes (Girona) sobre un menor de edad ahogado en la piscina. El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) envió tres ambulancias y un helicóptero medicalizado para asistir al niño, de solo cinco años, que necesitó reanimación cardiopulmonar después de sacarlo del agua. El niño fue evacuado de urgencia al Hospital Josep Trueta de Girona, donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la planta de pediatría durante varios días, aunque ya le han dado el alta médica.
Una posible negligencia del padre casi le cuesta la vida al niño
Al camping, ubicado en una zona turística del municipio, también acudieron patrullas de la Policía Local, que se entrevistaron con algunos de los testigos, así como con el padre de la criatura. Según las declaraciones de estas personas, el padre podría haber cometido una negligencia, ya que dejó al menor desatendido momentos antes de que se metiera en la piscina sin el flotador. Para corroborar esta versión, los policías revisaron las imágenes de las cámaras de seguridad del recinto y, según han informado desde el Ayuntamiento de Blanes, vieron que el padre estaba distraído mirando el móvil mientras su hijo se ahogaba.
Por lo tanto, la Policía Local abrió diligencias informativas que enviaron al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, ya que tenían la sospecha de que podría haber negligencia por parte del padre, que era el responsable del menor en aquellos momentos. Después de eso, la investigación pasó a manos de los Mossos d'Esquadra que están trabajando para poder aclarar las circunstancias exactas en las que tuvo lugar el accidente y poder concluir si los hechos pueden revestir carácter de delito.