Rescate in extremis en Melilla. Un agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio en una playa de la ciudad autónoma española ha salvado a una niña de 11 años de morir ahogada en el mar. En el momento del incidente, las corrientes marinas y el viento habían provocado un estado "agresivo", con oleaje y una fuerte resaca. Según ha informado en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Melilla este lunes, la pequeña necesitó ser asistida por un médico pediatra, que resolvió que sufría lesiones leves.

Así fue el salvamento de la niña en la playa de Melilla

El salvamento de la niña se produjo el pasado lunes sobre las ocho de la noche. El agente se encontraba disfrutando de sus vacaciones en la playa de los Cárabos de la ciudad autónoma con su hijo de dos años. En un momento concreto, una mujer le pidió encarecidamente que salvara a su hija que se estaba ahogando y no podía salir del agua. La pequeña se encontraba bastante lejos de la orilla y, al ver la situación, el policía reaccionó rápidamente pidiendo a unos jóvenes, que estaban tomando el sol al lado, que se hicieran cargo de su hijo para poder auxiliar a la menor de 11 años.

Así, una vez el hijo de dos años quedó a cargo de los jóvenes, él entró en el agua hasta llegar en donde estaba la niña, a pesar del fuerte oleaje y la resaca marina. Una vez a su lado, vio que la pequeña estaba siendo auxiliada por otros dos menores de edad que, exhaustos, la mantenían flotando como podían, pero no lograban acercarla a la orilla. La niña se había tragado mucha agua y estaba hiperventilando, "en un estado total de histeria" que le impedía atender las palabras de tranquilidad y calma que el agente le transmitía, por lo cual la tarea de salvamento fue muy dificultosa.

La niña, sana y salva

El agente de la Policía Nacional consiguió finalmente acercarla a la orilla, saliendo del agua muy fatigado y con la menor en los brazos. Finalmente la entregó a su madre, que se encontraba en un estado de ansiedad muy grande. Así fue el rescate inesperado de una niña de 11 años a la playa de los Cárabos de Melilla, que pudo salir sana y ahorra de un violento oleaje del mar Mediterráneo.