La policía española ha detenido a un viajero en un “vuelo caliente” en el aeropuerto de El Prat, que llevaba más de dos kilos de cocaína ocultos en el cuerpo. El individuo, que llegaba en un vuelo procedente de Sudamérica, fue interceptado en el marco de los controles habituales contra el tráfico de drogas que realiza la Policía Nacional en esta entrada a nuestro país. Los hechos ocurrieron el pasado 29 de enero, cuando el pasajero mostró actitudes sospechosas, con signos evidentes de nerviosismo e incoherencias en sus respuestas sobre el motivo del viaje. Este tipo de comportamiento es habitual en los viajeros que llegan a bordo de vuelos procedentes de zonas con altos niveles de producción y exportación de drogas, principalmente Sudamérica.
Como parte del protocolo de seguridad, el individuo fue trasladado a las instalaciones del Servicio de aduanas de la Agencia Tributaria para un registro exhaustivo del equipaje y para realizarle una radiografía. Fue en este registro cuando los agentes descubrieron que llevaba ocho planchas de cocaína de 2.302 gramos adheridas a su cuerpo, concretamente en las piernas, envueltas como si fuera una momia. La sustancia estaba envuelta con materiales como telas elásticas, esparadrapo y cinta adhesiva, una técnica conocida en el argot policial como “momia de la droga”.
Trasladado a los juzgados de El Prat
Esta técnica de ocultación es común entre los conocidos como “mulos”, personas que, a cambio de una recompensa económica, transportan drogas de manera oculta en su cuerpo. En este caso, las planchas de cocaína eran lo suficientemente compactas como para ser ocultadas bajo la ropa, un método que dificulta la detección en los controles rutinarios. Sin embargo, los nervios le jugaron una mala pasada. Tras las diligencias policiales, el detenido quedó a disposición judicial en el Juzgado de El Prat de Llobregat, acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas, ingresando en prisión. Se trata de un hombre de nacionalidad extranjera que era la primera vez que llegaba al Estado, según fuentes policiales.
