Vender objetos robados permite incrementar el beneficio de manera importante. Es la estrategia que utilizaban tiendas regentadas por personas de nacionalidad pakistaní del Hospitalet de Llobregat y de Cornellà, vendiendo productos que un grupo de personas de nacionalidad rumana robaba en otras tiendas de todo el país. Negocio redondo hasta que los investigadores de la Unidad de Investigación de la comisaría del distrito de Sarrià-Sant Gervasi de los Mossos se ha puesto a investigarlo. Bajo la batuta del sargento Guillem Tejero, después de detectar que un par de robos en supermercados de este distrito de Barcelona empezaron a tirar del hilo. Aunque eran hurtos leves -robaban de todo, pero piezas pequeñas, y sobre todo, al descuido- los investigadores querían llegar a saber dónde colocaban todos estos productos que robaban y llegaron hasta las tiendas, estilo badulaque, de Cornellà y Hospitalet de Llobregat, tal como ha explicado el mismo sargento Tejero a ElCaso.com.

Robar para venderlo en tiendas de pakistaníes

La batería de ladrones de supermercados salía cada día con un coche y hacía ruta para ir entrando en locales comerciales y llevarse todo lo que podían. Aunque sobre todo eran productos de droguería y perfumería, en las denuncias de los establecimientos hay de todo. También fuets, cápsulas de café y preservativos, además de cremas y desodorantes de marca y otros productos. Cuando los investigadores los tuvieron enfilados, activaron seguimientos policiales para averiguar dónde acababan todos aquellos productos. Y lo descubrieron.

 

Los agentes siguieron el coche después de un robo y llegaron a Hospitalet de Llobregat. Aparcaron delante de una tienda de estas, que controlan personas de nacionalidad pakistaní, y vieron cómo bajaron con una caja, la dejaron y les pagaron. Hicieron el mismo en una tienda parecida, a Cornellà de Llobregat. La policía no ha podido acreditar si la tienda los hacía encargos concretos del material que querían que el clan rumano robara en los establecimientos o si lo compraban todo, sabiendo que eran productos de marca, que son fáciles de colocar, y más si lo consigues por debajo de precio de mercado.

Cuando los investigadores lo tuvieron atado, decidieron detener a los hurtadores, todos familiares y que vivían en casas próximas, y también a los responsables de las tiendas que, sabiendo que eran productos robados, lo compraban. En total se detuvieron diez personas. Con la colaboración de la Guardia Urbana se hicieron dos inspecciones en los establecimientos y se localizaron, sobre todo en el de Can Vidalet, en Hospitalet de Llobregat, más de 2.000 productos sustraídos y que estaban en venta.

En libertad

Durante el tiempo que ha durado la investigación, policías locales de municipios como Hospitalet de Llobregat, Cornellà, Cerdanyola, Lloret de Mar o Roda de Berà identificaron algunos miembros del grupo criminal cuando intentaban cometer hurtos en sus municipios. En algunos casos, los agentes los interceptaron justo después de cometer los hurtos y se pudieron recuperar los objetos sustraídos y denunciarlos. Las detenciones de este grupo criminal organizado se hicieron antes de Semana Santa y los detenidos, después de ser entregados al juez, quedaron en libertad con cargos. Del grupo de los ladrones, la mayoría tienen decenas de antecedentes por estos tipos de delitos y a pesar de ser extranjeros, siguen en libertad.