Ha vuelto, pero ahora estará un tiempo sin hacerlo. La falsa veterinaria de Vidreres, Natàlia R. C., ha ingresado en prisión y el juzgado de Santa Coloma de Farners, después de la petición que le han hecho los agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de la Selva Interior, ha ordenado una orden de alejamiento de esta mujer de cualquier animal durante los próximos meses si acaba saliendo de la prisión. Desde 2012, la policía catalana le seguía la pista por malas praxis y por haber trabajado de veterinaria y tener un centro de recuperación de animales habiendo sido apartada e inhabilitada por el Colegio de Veterinarios de Girona. Ahora, con el endurecimiento del Código Penal, Natàlia R. C. Cha sido detenida por maltrato de animal doméstico, intrusismo y estafa y ha ingresado en prisión, según han confirmado fuentes judiciales a ElCaso.com.

Antecedentes de malas praxis con animales

Esta falsa veterinaria, de 50 años y nacionalidad española, con antecedentes por hechos similares -fue condenada a prisión, pero no ingresó-, y castigada por sus prácticas por el Colegio de Veterinarios los años 2011, 2012 y 2015, siguió trabajando con animales, según pudieron saber los Mossos. Aunque estuvo un tiempo sin actividad, en los últimos meses se ha recibido un goteo constante de denuncias de propietarios de animales de compañía que denunciaban a la veterinaria por diversos hechos, siempre relacionados con malas praxis y muertes extrañas de los animales.

Los agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Santa Coloma de Farners iniciaron de nuevo una investigación y localizaron una clínica veterinaria, que estaba clausurada, pero supieron que la mujer recogía los animales y se los llevaba a su casa, donde los operaba en una habitación sin las medidas higiénicas pertinentes, donde muchos de los animales cogían infecciones de las cuales algunos de ellos acababan muriendo.

La investigación también puso al descubierto malas praxis veterinarias y servicios que cobraba a precios económicos con visitas a domicilios en urbanizaciones, ya que se desplazaba para ofrecerlos y captar clientes ofreciendo precios más bajos de lo habitual. También se supo que utilizaba su domicilio, en Tossa de Mar, para acoger en régimen de guardería animales domésticos, donde los tenía encerrados en malas condiciones y con temperaturas elevadísimas, detallan los Mossos d'Esquadra.

Orden de alejamiento de animales

Cuando los investigadores de la policía catalana lo tuvieron todo atado, decidieron, el día 9 de julio, detenerla y entregarla al juzgado de guardia de Santa Coloma de Farners, que aceptó las medidas pedidas por la Fiscalía y la envió a prisión. Los investigadores de los Mossos, al mismo tiempo, también pidieron al magistrado que ordenara una orden de alejamiento de cualquier animal. Si durante los próximos meses queda en libertad a la espera del juicio por maltrato de animal doméstico, intrusismo y estafa y vuelve a acercarse a un animal, será detenida por un delito de quebrantamiento de condena, y por tanto no será necesaria una nueva investigación policial contra ella.