Nada se ha podido hacer para salvar la vida a Valentín Moreno Gómez, el hombre de 39 años y de nacionalidad española, que esta madrugada ha recibido un tiro en la cabeza por la espalda en Sant Adrià de Besòs (Barcelona).
Asesinato Valentín Moreno, el asesino de la Villa Olímpica
Después de luchar entre la vida y la muerte, este mediodía los médicos han confirmado su muerte en la UCI del hospital de Can Ruti de Badalona, donde fue trasladado después de los hechos, avanzados a primera hora de este viernes por ElCaso.com.
Los Mossos d'Esquadra mantienen abierta una investigación para aclarar quien es el hombre que, cuando faltaban pocos minutos para la una de la madrugada, atacó este jefe de uno de los clanes más peligrosos de los que hay actualmente instalados en este barrio de Sant Adrià de Besòs, frontera con el distrito de Sant Martí de Barcelona.
Currículum del mal
Valentín Moreno Gómez es conocido por muchos de sus delitos probados y para probar. El año 2000, el mismo día que cumplió 18 años, lideró una paliza mortal contra un joven de 22, que murió por los golpes que Moreno y sus amigos le dieron a la salida de una discoteca de la Villa Olímpica. Aquel crimen, que pagó a medias -todavía no tenía 18 años en el momento de los hechos, y fue castigado con la ley del menor- le ha costado su sobrenombre, el del asesino de Villa Olímpica.
Todavía estando internado, pero disfrutando del tercer grado, que le permitía salir de la prisión durante el día, el año 2009 participó en una brutal agresión de un grupo de ultraderecha vinculado en los Boixos Nois durante un partido de Tercera Regional.
Los jugadores y aficionados del Bada Bing, donde había también Valentín Moreno, agredieron sin escrúpulos a los jugadores del Rosario Central, un equipo formado por personas latinas.
El año 2017 fue arrestado por haber agredido personal médico y últimamente, según los investigadores que le seguían la pista, se había hecho fuerte en el control de la venta de droga en la Mina. Él y sus hombres, que ejercían gran violencia para controlar la zona, se dedicaban también al robo de droga a otros clanes.
Lista larga de sospechosos
Cuando se produce un crimen los investigadores de los Mossos d'Esquadra perfilan, normalmente muy rápido, una lista de personas sospechosas. Después vienen las sorpresas, pero en la línea de salida de una investigación policial siempre hay aquellos enemigos de la víctima, aquellos que, por alguna cosa u otra, ganan si está muerto.
Investigadores al corriente de las primeras diligencias del asesinato de Valentín Moreno confiesan que tienen todas las líneas de investigación abiertas, pero que la lista de personas que podían querer mal al hombre asesinado esta madrugada es muy larga. Hacía tiempo que estaba enfrentado con otros clanes -aunque él no era de etnia gitana, sí que llevaba parte de una familia que lo era- y también se había puesto en contra otros grupos criminales, la mayoría dedicados en venta de droga, de toda el área metropolitana de Barcelona.
Lo que sí que saben claro es que Valentín Moreno no es la víctima al azar de un loco armado. El hombre o la mujer que ha abierto fuego contra este hombre de 39 años y que ha acabado con su vida, haciéndole volar el cerebro, sabía perfectamente quién era, qué hacía y qué quería conseguir. Y lo ha conseguido.
Guerra en la Mina
Hace meses que se han incrementado los incidentes, algunos de ellos con armas de fuego, que se han registrado en las calles del barrio de la Mina, sobre todo, según los investigadores de los Mossos d'Esquadra, relacionados con el tráfico de droga. El asesinato de Valentín Moreno puede incrementar un nivel más esta tensión en Sant Adrià, un hecho que ya ha puesto alerta a los Mossos d'Esquadra de la zona -Santo Adrià, Badalona y Sant Martí- por las posibles réplicas o incidentes entre familias.