Después de tres semanas ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de la Paz de Madrid, María M., vizcaína de 41 años, ha sucumbido a las graves heridas que sufrió la noche del 21 de abril, cuando el restaurante donde estaba cenando con unas amigas, el Burro Canaglia de la plaza Manuel Becerra, se incendió por una pizza flameada. Con esta nueva muerte, se elevan a tres las personas que han perdido la vida a consecuencia del fuego que calcinó por completo el establecimiento. Las otras víctimas, un camarero de 25 años y una enfermera de 43, amiga de la última difunta, murieron en el mismo lugar de los hechos.
Disfrutaban de una cena con amigas cuando ocurrió la tragedia
Aquella noche del viernes, cuatro amigas de toda la vida se reunieron en un popular restaurante del barrio de Salamanca después de varios meses sin verse. El reencuentro, sin embargo, acabó de la peor manera posible, cuando una de la pizza más famosa del local, la "Inferno Carnívora", que se sirve flameada, prendió fuego a las plantas artificiales que decoraban todo el techo, haciendo que las llamas se extendieran con extrema rapidez. Las mujeres estaban cenando en una de las mesas situadas cerca de la entrada, la zona donde se originó el incendio, y solo dos de ellas pudieron escapar ilesas. Alexandra V.S. murió sofocada por el gas tóxico que emitía el denso humo, sin que los sanitarios del Samur-Protecció Civil pudieran hacer nada para salvarle la vida. María M., quien también quedó atrapada en el interior, fue rescatada por los bomberos y trasladada de urgencia al hospital, junto con siete heridos más, pero, desgraciadamente, no ha podido hacer frente a las lesiones.
Todos los restaurantes de la cadena han retirado la decoración del techo
El Burro Canaglia de la plaza Manuel Becerra de Madrid forma parte de una cadena de restaurantes que tienen locales en varias ciudades, entre ellas Alicante, Sevilla, Santander y Bilbao, de donde eran originarias las víctimas. Todos se caracterizaban por una abundante decoración con plantas y flores artificiales que colgaban del techo, pero, a raíz de la tragedia, se ha ordenado la retirada de estos elementos para evitar que una cosa así pudiera volver a pasar en un futuro.
La Policía Nacional abrió diligencias con el fin de averiguar como se originó este incendio que ha destruido por completo el establecimiento, ha puesto fin a la vida de tres personas y ha dejado gravemente heridas otras siete. Aunque el informe oficial no se ha hecho público, todo apunta a que las llamas de la pizza prendieron fuego a las plantas, algunas de las cuales casi llegaban a tocar las mesas, extendiéndose tan rápidamente que de los 40 comensales que había aquella noche en el restaurante, 20 quedaron atrapados sin posibilidad de escapar si no fuera por la rápida actuación de los bomberos.