El accidente de un autocar procedente de l'Hospitalet en la localidad de Portè (Alta Cerdanya) se ha cobrado una nueva víctima mortal. Uno de los pasajeros que resultó heridos de gravedad en el siniestro y que fue evacuado al hospital de Perpinyà acabó perdiendo la vida el pasado 28 de diciembre, después de casi un mes ingresado en el centro hospitalario, tal como ha adelantado El Periódico. Con esta ya son tres las personas muertas a causa del accidente, después de que dos mujeres colombianas murieran el mismo día de los hechos.

El conductor del autocar, en prisión

El conductor del autocar, un hombre español de 50 años, dio positivo en cocaína y fue detenido acusado de homicidio y lesiones involuntarias, agravados por la violación deliberada de las obligaciones de seguridad, el uso de estupefacientes y la puesta en peligro de la vida de terceros. El hombre, que en un primer momento tuvo que ser trasladado al hospital de Tolosa a causa de las lesiones, ha ingresado en prisión en Francia a petición de la fiscalía de Marsella. Las primeras investigaciones pudieron descartar la posibilidad una avería mecánica como causa principal, aunque se había detectado un problema con el sistema de frenos, y sacaron a la luz graves irregularidades en el vehículo: llevaba el tacógrafo desactivado y no había pasado la inspección técnica obligatoria (ITV), tal como adelantó ElCaso.com.

El accidente, además, sacó a la luz una serie de irregularidades en unos viajes económicos a Andorra. Los clientes, la mayoría personas colombianas residentes en l'Hospitalet de Llobregat y Barcelona, pagaban 27 euros para ir a comprar al país de los Pirineos en un trayecto de ida y vuelta el mismo día organizado por una particular que se dedicaba a montar este tipo de excursiones populares a precios bajos. Para el desplazamiento, confió a la empresa Chavi Tours, establecida en l'Hospitalet y que tiene como administrador al chófer encarcelado. La empresa, sin embargo, acumulaba más de 200.000 euros de deuda y, después de entrar en concurso de acreedores, el juez resolvió que fuera disuelta el pasado verano.

Sin embargo, el conductor siguió operando por libre con un autocar que disponía de alquiler desde hace cuatro años, aunque tenía la ITV caducada. Además, el hombre tampoco tenía toda la documentación en regla para trasladar pasajeros y su nombre no figura en el listado de conductores habilitados en el registro estatal de empresas y actividades de transporte. Por este motivo, la Generalitat abrió un expediente para aclarar las irregularidades bajo las cuales la compañía aparentemente operaba.