Un niño de unos tres años ha muerto en el municipio de O Porriño, en Pontevedra (Galicia) después de haber sido varias horas olvidado en el interior de un vehículo estacionado en un aparcamiento de tierra en A Relva, en la parroquia de Torneiros, en un día de sol y de altas temperaturas.
Un particular dio la voz de alarma al 112 hacia las 16.50 horas solicitando asistencia sanitaria para un niño, por lo cual se dio el aviso en Urgencias Sanitarias, agentes de la Guardia Civil y Policía Local de O Porriño y también se informó a los miembros del Grupo de Intervención Psicológica a Catástrofes y Emergencias, dependiente del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.
Solo confirmar la muerte
Sin embargo, los servicios médicos desplazados para el 061 solo pudieron confirmar la muerte del niño, que estaba dentro del coche. La Guardia Civil ha confirmado la muerte del menor y ha indicado que, a ante la falta de autopsia, la muerte podría haberse debido a un golpe de calor, aunque ha quedado abierta la investigación.
Fuentes consultadas por Europa Press explican que por lo visto, la madre del niño se habría despistado y se dirigió a su lugar de trabajo, en una fábrica, sin dejar al niño la guardería donde tenía que pasar el día. Cuando el padre fue por la tarde a buscar al niño en el centro saltaron las alarmas, pero ya fue demasiado tarde.
En torno a las cuatro de la tarde el padre llamó a la madre para decirle si tenía el niño, y la mujer, cuando fue al coche y la vio sin vida, entró en un episodio de ataque de angustia. El menor todavía estaba sentado en la sillita de la parte posterior del vehículo. Según la primera fase de la investigación, el niño murió por un golpe de calor después de estar desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde al interior del coche, bajo el sol. Además, el niño estuvo todo este rato con una chaqueta, ya que por la mañana hacía fresco a Torneiros, a O Porriño.
Tres días de duelo oficial
El Ayuntamiento de O Porriño, de donde es vecina la familia, ha decretado tres días de duelo oficial y ha decidido suspender las fiestas de Porrigalia, programadas para este fin de semana. El alcalde, Alejandro Lorenzo, ha trasladado a la familia del pequeño, en nombre de toda la corporación, "el más sentido pésame y la mano tendida del consistorio para todo aquello que necesiten en estos duros momentos".