El motorista que golpeó mortalmente a un taxista en la Travessera de les Corts, en Barcelona, queda en libertad con cargos. Así lo ha decretado la magistrada del Juzgado de Instrucción número 26 de la capital catalana. La agresión tuvo lugar en la avenida barcelonesa el pasado 2 de noviembre por una "disputa" de tráfico. Según explica el auto, recogido por Europa Press, se imponen al motorista medidas cautelares con la obligación de comparecer todos los jueves en la oficina de presentaciones del tribunal y la prohibición de salir de España, por lo que se le ha retirado el pasaporte y el documento de identidad.

La base de esta resolución —según el relato del juzgado— son las imágenes que grabó un testigo, en las que se observa un taxi parado y a su lado una moto caída con dos ocupantes. Seguidamente, se inicia "una discusión de los dos motoristas con la otra persona —el conductor del taxi— y se ve cómo la persona que lleva el casco de color negro golpea con el puño izquierdo" al taxista, que cae de espaldas al suelo. Por ello, en el auto se considera que no se dan las circunstancias necesarias para aplicar la prisión provisional para el motorista, que era la petición del gabinete de abogados Vosseler, representante de la acusación particular Élite Taxi.

"No se observa en ningún momento de la grabación que tras la caída al suelo del taxista el investigado siga golpeándole en esa situación, ni tampoco se advierte que la pareja de este último intervenga en el incidente para otra circunstancia que no sea la de separar a ambos conductores", ha indicado la resolución del juzgado de instrucción barcelonés. Esto refuerza las medidas cautelares impuestas, que según ha afirmado el portavoz de la asociación Élite Taxi, Tito Álvarez, acatan, pero consideran "que el investigado debería haber ingresado en prisión provisional".

Carlos Ríos, el taxista muerto en Barcelona

El taxista que perdió la vida tras ser golpeado por un motorista y caer de espaldas al suelo, se llamaba Carlos Ríos. Tenía 53 años y el jueves por la noche del pasado 2 de noviembre, se había cambiado el turno con una compañera, su sobrina. Cuando estaba por la Travessera de les Corts de Barcelona, tuvo uno de los habituales piques que los taxistas suelen tener con los motoristas de la capital catalana. Tal y como explicó ElCaso.com, el juez de guardia ya dejó al agresor en libertad antes de saber si Carlos moriría o no, dado que los agentes de la Unitat de Seguretat Ciutadana dels Mossos d'Esquadra le imputaron un delito de lesiones. Una vez que se supo que el taxista no se había recuperado de las heridas, la policía catalana modificó la tipificación del delito a homicidio.