Los Mossos d'Esquadra investigan el robo de un coche del depósito municipal de Blanes. No se trata de un coche cualquiera, sino de un Porsche 911, con matrícula extranjera, que alguien se llevó el pasado 27 de febrero. Hacia las tres de la madrugada, alguien forzó la puerta de las instalaciones, inutilizó las cámaras de seguridad y se llevó el vehículo. Fue por la mañana, cuando llegaron los trabajadores del equipamiento, que descubrieron que ya no estaba en su lugar.

Requisado después de saltarse un control policial

El Porsche hacía una semana que estaba en el depósito municipal de Blanes. El vehículo, según detalla el Diari de Girona, se saltó un control de la Policía Local y huyó a toda velocidad sin dejar rastro. Al cabo de un rato, sin embargo, se encontró el coche abandonado en Lloret de Mar sin nadie dentro y como si hubieran removido el interior. Lo requisaron y lo trasladaron a las dependencias municipales esperando que, tratándose de un coche de alta gama, quizás alguien aparecía para recogerlo, ya que no se sabía quién era el conductor, a quien se tenía la intención de acusar de conducción temeraria y desobediencia para saltarse el control.

No obstante, nadie apareció y el coche acabó siendo robado una semana después. Al ser un vehículo de matrícula extranjera, la Policía Local de Blanes, además de los Mossos d'Esquadra, también avisó de los hechos a la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía de Andorra, de dónde era originario el vehículo. Además, al tener constancia que se había estado moviendo por Barcelona y Sitges, también se alertó a las policías locales de estos dos municipios. La principal hipótesis del robo es que el ladrón pueda ser la misma persona que conducía el vehículo cuando se saltó el control.

El propietario murió asesinado en Colombia en 2019

Aunque no se sabe quién lo conducía cuando se saltó el control o quién lo ha robado, lo que está claro es que no fue su propietario. El vehículo pertenece a un ciudadano andorrano de 68 años que murió de manera violenta en Colombia en julio de 2019. El hombre apareció muerto de un tiro en la cabeza en un motel de la ciudad de Tunja y en un principio se pensó que se trataba de un suicidio, pero la investigación acabó derivando en un posible homicidio que no ha sido confirmado.

El hombre, según detalló en su momento Diari d'Andorra, había sido juzgado y absuelto por un defecto de forma en 2012 acusado de tráfico de drogas a gran escala y contrabando de tabaco. Después de eso, abandonó Andorra y se estableció en Catalunya, para acabar yendo a vivir finalmente a Colombia, donde se casó con su segunda mujer y donde murió y lo enterraron. Esta viuda, sin informar de la muerte a los familiares del hombre, que se enteraron por una noticia en los medios de comunicación meses después, viajó hasta Andorra a recoger el Porsche y una grúa lo llevó hasta Barcelona sin que se supiera nada más. Ahora, ha sido robado del depósito de Blanes después de saltarse un control policial. De momento, nadie sabe quién lo conducía o quién lo ha robado.