España es el país donde se vende la heroína más cara de toda Europa. Aunque los Países Bajos encabezan la entrada de este opioide en la Unión Europea, el margen de beneficio que obtienen los distribuidores e incluso los pequeños camellos es mínimo comparado con el que se puede llegar a lograr en ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia u otros puntos del territorio español. Cabe resaltar que la pureza de la droga es complicada de determinar, pero las variaciones serían despreciables. ¿Por qué el margen es tan grande en España?
Pese a que la mayoría de la heroína y sus derivados entran por los puertos holandeses, la distribución posterior la lleva al resto de Estados miembros de la UE. Según los últimos datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) y la Europol de este miércoles, el precio del gramo de este opioide en España, a finales de 2021, sería tres veces superior que en los Países Bajos, casi el doble que en Rumanía e Italia y por encima del coste que supone adquirirlo en Croacia. Esto hace suponer que los narcos consideran España como un mercado mayorista secundario y todo apunta a que la logística del transporte, la distribución y, muy probablemente, la alta demanda comparada con la baja oferta de esta droga habría hecho incrementar el valor en el país.
Todo ello revela dos hipótesis. La primera, que parece la más probable, que no se envían grandes cantidades de heroína a España por mar —a diferencia de lo que sucede con la cocaína desde Ecuador y Colombia— o, la segunda, que estos esfuerzos de contrabando tienen un éxito del 100%. Es curioso cómo se disemina esta droga por Europa, hasta llegar a barrios tan famosos por su alto consumo en los ochenta —e incluso en la actualidad— como el Raval de Barcelona o Sant Cosme en El Prat de Llobregat. Existen varios puntos que ejercen la función de almacenamiento y distribución, una vez el cargamento cruza los Balcanes o atraca en los puertos holandeses y en el resto del continente. Entre otros, se encuentran Bélgica, Bulgaria, Alemania y Francia, siendo este último el más probable para su llegada a España.
Las mafias holandesas que inundan Europa de heroína
No es casualidad que, antes de llegar a España y venderse a precios desorbitados en comparación con el resto de Europa, la heroína entre por los Países Bajos. En este país existe una red de organizaciones criminales que están especializadas en mezclas para cortar el opioide antes de venderlo a minoristas o distribuirlo por la UE. A menudo lo adulteran con una mezcla de cafeína y paracetamol, aunque a veces, para mantener el color, se le añade colorante marrón. Esta especialización de las "redes criminales holandesas", tal y como aseguró la Policía Nacional de los Países Bajos en 2022, en la producción de combinados "cortantes" para el mercado europeo de heroína "proporciona una prueba más del papel destacado de los Países Bajos en el mercado ilícito de heroína".
Este complejo entramado de mafias alrededor de Ámsterdam y Rotterdam no solo se utiliza para la reconversión y distribución de heroína una vez llega de terceros países, donde se produce, sino que también es extrapolable a otras substancias estupefacientes. Especialmente, con los productos utilizados para diluir o adulterar las drogas como la fenacetina, el paracetamol, la cafeína y la lactosa, que se hallan en polvos de cocaína que se venden al por menor y en tabletas. Esto resulta de la intervención que realizó la Policía Nacional de los Países Bajos en 2021, cuando los agentes incautaron al menos 900 kilos de paracetamol en un lugar de almacenamiento relacionado con la producción de heroína. Aunque todo se relacionó con este narcótico, los investigadores explicaron que podría haber sido utilizado para producir captagon, un medicamento prohibido a base de fenetilina muy popular en Oriente Medio.
Afganistán, Pakistán, Irán y Turquía: el origen de la heroína en la UE
El precio desorbitado de la heroína en España, las redes criminales holandesas especializadas en la adulteración de la droga que llega a Países Bajos... pero, ¿dónde está el origen de estos opioides? ¿Quién los produce y los hace llegar a Europa? Principalmente, llegan desde Afganistán, Pakistán, Irán y Turquía a través de las tres rutas de entrada a la Unión Europea, que coinciden prácticamente con sus fronteras exteriores: los Balcanes, el Cáucaso, el norte del continente y el sur, es decir, por el Mediterráneo o a través de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Este último caso, no obstante, en el contexto de la heroína es completamente residual, según los últimos datos sobre el narcotráfico en la UE.
En toneladas de producción registradas por la OEDT y la Europol, entre 2017 y 2021, destaca la reducción —basándose en las incautaciones realizadas— en Afganistán y Pakistán, con un incremento considerable en Turquía y estable en Irán. Así, Afganistán ha pasado de las 2,3 toneladas en 2017 a las 0,9 en 2021, en Pakistán de 24,3 a 9,6, en Irán de 23,8 a 25,5 y en Turquía de las 17,8 a las 22,2. Aun así, las estimaciones ponen el foco en Afganistán, donde se cree que se han elaborado 6.200 toneladas de opio en 2022, un ligero descenso, en parte, provocado por la prohibición del cultivo de opio anunciado en abril de 2022, después de que los talibanes tomaran el país en agosto de 2021 por el colapso del anterior gobierno afgano.
Muertes por sobredosis relacionadas con la heroína y otras drogas
La otra cara de la moneda de esta sustancia estupefaciente que provocó una peligrosa epidemia de drogadictos en los años 80 en España, especialmente en ciudades como Barcelona, son las muertes por sobredosis, mientras las mafias de origen, intermediarios y otras redes criminales de distribución sacan tajada de ello. Entre las defunciones por consumo excesivo de drogas, la heroína representa casi tres cuartas partes de las al menos 6.166 sobredosis mortales notificadas en la Unión Europea en 2021, alrededor del 74%.
Por países, España se sitúa en el noveno lugar con el 28% del total de decesos por el consumo excesivo de estupefacientes relacionados con la heroína, según los datos disponibles de 2020. Es curioso observar, en base al informe citado, que los Países Bajos no aparecen en los primeros puestos de defunciones por sobredosis de la lista de heroína, pese a la especialización de redes criminales holandesas en la adulteración y corte de esta sustancia y su posterior distribución. La droga que destrozó hace décadas a familias de ciudades como Barcelona y ahora resurge, aunque a precios desorbitados en casi todo el territorio español, pero se estima que hace aumentar, como contrapartida, la compra de otras sustancias más baratas como el hachís o la cocaína.