La noche de Halloween dejó una oleada de agresiones. Los porteros de la discoteca Waka Sabadell (Barcelona) abofetearon en la cara y dieron patadas en el abdomen a una menor de 16 años que se resistió a la puerta del local de ocio nocturno, después de una discusión con el personal de seguridad. Así se puede observar en un vídeo que ha corrido por las redes sociales, en el que se puede ver cómo la empujan y cae al suelo, todo ello mientras la agarran por el pelo ante la mirada atenta de todas las personas que esperaban para entrar en la discoteca. Los hechos ocurrieron el 31 de octubre, en plena castañada, en una fiesta para celebrar la festividad de los muertos vivientes en el establecimiento, según ha adelantado el Diario de Sabadell.
Waka Sabadell: punto caliente de actuaciones policiales
La discoteca Waka Sabadell, en el polígono Can Torras-Can Llobet a medio camino entre Sabadell y Sant Quize del Vallès, es uno de los establecimientos de fiesta que más actuaciones policiales acumula, un total de 160 desde abril de 2021 hasta marzo de 2022. En este periodo, el local registró 46 agresiones y 36 detenciones, de las que tres fueron por presuntas violaciones. La última, según el medio citado, fue a una menor en el exterior de la discoteca por parte de dos jóvenes, a los que los agentes de Mossos d'Esquadra pillaron en aquel preciso momento in fraganti. Es, por eso, una tónica habitual de esta sala de fiestas, aunque los ataques de la mano de los porteros siempre resultan más controvertidos y, además, no es la primera vez que sucede. La chica de 16 años abofeteada y agarrada por el pelo, en la que provocaron supuestamente heridas con sangre en la rodilla y en las manos (cómo se puede ver en las imágenes que publicó en Instagram y otras redes sociales) es un caso más que entra en la larga lista negra de este negocio del Vallès Occidental.
La menor agredida, presuntamente, por los porteros de Waka Sabadell explicó en redes sociales que la actuación de los operarios de seguridad le provocó rascadas, heridas con sangre en una rodilla y en las manos y, además, le dañaron el teléfono móvil. Por ello, y con la constancia que brindan las fotografías de la víctima y varias grabaciones de los testigos presentes la noche del 31 de octubre, la familia de la víctima ha interpuesto una denuncia ante los Mossos d'Esquadra, que investigan el caso en estos momentos.