"La Marihuana de Llinars, S. A." sería uno buen nombre para la organización que creó Titan, un caporal de la Policía Local de Llinars del Vallès y que ha durado, como mínimo, siete años, hasta que los Mossos d'Esquadra, liderados por el inspector Josep Antoni Lopez Garzón, lo han desmantelado.
Titan y tres agentes más, entre ellos, otro cabo de la misma policía y hermano del primero, habían conseguido -presuntamente- una red de servicios para narcotraficantes que querían instalar sus plantaciones en Llinars del Vallès ofreciendo logística, seguridad y lo que hiciera falta, incluso, bocadillos para los jardineros que se encargaban de vigilar las plantaciones.
Tarifa plana: 1.500 € por nave y mes
Según ha explicado el inspector jefe del Área de Investigación Criminal (AIC) de MetroNord, Lopez Garzón, la banda tenía controladas varias naves, un total de diez, que arrendaba de manera ilegal a bandas de narcotraficantes, de nacionalidad española, dominicana y serbia, a cambio del pago de una tarifa plana que incluía varios servicios.
Desde el alquiler de la nave, la seguridad de las naves y de las entradas y salidas y también servicios más especializados, como acceder a las bases de datos de la policía por saber si los narcos estaban investigados por la policía o si los coches que paseaban por la zona de las plantaciones eran de bandas rivales, la policía o coches por los cuales no había que sufrir.
El jefe de la banda, el caporal Titan, incluso había ido, de uniforme, a llevar bocadillos a las personas que estaban en el interior de las naves de plantaciones, para dar un servicio lo mejor posible.
Un homicidio llevó hasta la banda
A final de 2019 un confidente fue asesinado en un área de descanso de la AP-7 mientras mantenía una reunión con el caporal arrestado en Llinars del Vallès en la operación de ahora. De aquella investigación, que todo el mundo definió como extraña desde el minuto 1, donde había un confidente muerto a tiros y un policía herido, los Mossos fueron estirando el hilo, hasta que pudieron relacionar al caporal con una banda criminal dedicada al tráfico de droga.
Lejos de lo que se imaginaban los investigadores, que creían que el caporal y otros agentes eran colaboradores de la banda, pudieron llegar a probar, todavía de manera presunta, que Titan era el líder de la banda y que se encargaba de ofrecer servicios logísticos y de seguridad en las bandasn de narcos que tenían intención de instalarse en Llinars del Vallès. Durante la investigación se relacionaron cuatro policías con los hechos y también se detuvieron una quincena de personas, de las cuales nueve ingresaron a prisión, después de ser entregados al juzgado número 4 de Granollers, que tuteló toda la investigación.
En la explotación de la investigación del caso Miranda se pudieron desmantelar diez plantaciones y se confiscaron 120.000 euros, 7.000 plantas de marihuana y 114 kilos de cogollos de esta droga. Los agentes de Llinars no se encargaban de cultivar o vender la droga, se dedicaban solamente a ofrecer estos servicios secundarios en las bandas, a modo de franquicia, alquilando las naves a las bandas que se querían dedicar a este negocio, cada vez más lucrativo, pero cada vez más violento. Los Mossos hace tiempo que avisan de que la marihuana, a velocidad de crucero, está corrompiendo a la sociedad catalana... incluso la policía.
Uno de los policías, detenidos en una obra de teatro del GEI
Se detuvieron cuatro agentes de la policía de Llinars. Tres de ellos fueron arrestados en su casa, por sorpresa, y otro, que estaba de servicio, fue detenido por el Grupo Especial de Intervención (GEI) de los Mossos, que montaron una obra de teatro. El objetivo era evitar cualquier tipo de reacción violenta por parte del hombre que se tenía que detener. Para hacerlo, lo engañaron.
Por emisora los Mossos pidieron colaboración a una patrulla de la Policía Local de Llinars para hacer un control de alcoholemia en el término municipal. Cuando el agente se presentó al punto, cuando estaba despistado, los expertos policías del GEI lo asaltaron, redujeron y detuvieron. Durante todo el día se hicieron casi una treintena de entradas y registros, en los diferentes pisos de las personas implicadas y también a la comisaría de la policía de Llinars.
Investigación todavía en marcha
La policía mantiene abierta la investigación y no descarta nuevas detenciones. Entre el mucho material que se pudo confiscar en las entradas, quedan todavía muchos terminales por inspeccionar, en que pueden derivar en nuevas personas investigadas. De momento, la causa que investiga el juzgado de Granollers está abierta por los delitos contra la salud pública, de soborno, de revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, de defraudación de fluido eléctrico, de prevaricación administrativa, de robo con fuerza, de torturas, de falsedad documental, detención ilegal y pertenencia a organización criminal.