Este madrugada los Mossos d'Esquadra han detenido en la provincia de Lleida, entre Alpicat y Torrefarrera, una mujer de 38 años por su presunta relación con el asesinato de su hija, una niña de 12 años, por Semana Santa en Bucarest, la capital del Rumania. La mujer, que los medios rumanos aseguran que es Simona Monica Iftimovici, es la principal sospechosa del asesinato de la menor, junto con su actual pareja, un tal Marcel, que todavía no ha podido ser localizado. Igual que la mujer, desapareció el mes de abril, cuando se cree que los dos, sin haber podido aclararse el papel de cada uno de ellos, participaron en la muerte de la chica, que apareció la semana pasada escondida bajo un sofá del piso de alquiler donde la pareja vivió, en el barrio de Berceni, el sector 4 de la capital de este país del Este.

Pendientes de la justicia rumana

Los Mossos d'Esquadra recibieron información por parte de la policía rumana que la mujer, la madre de la niña, se había convertido en la principal sospechosa del crimen, después de confirmar por el ADN, que el cuerpo encontrado en el piso era el de Anamaria. La inteligencia rumana la situó en Catalunya, pero fueron otros rumanos, vecinos de Alpicat, quién la descubrieron. La foto de Simona Monica Iftimovici corría como la pólvora por los medios rumanos y unos compatriotas suyos informaron a la policía que aquella mujer que salía en la tele de su país, y que les consultan por internet, era una mujer que hacía pocos meses que había llegado al pueblo y que frecuentaba los bares y los espacios que comparten a los vecinos originarios de Rumania.

Tal como ha confirmado la policía catalana esta mañana, y también han publicado rápido los medios rumanos, la mujer, de quien se había perdido la pista desde Semana Santa, había quedado detenida y a disposición del juzgado de guardia de Lleida, que ahora, de manera coordinada con la Europol y la embajada rumana en Madrid, tendrán que ejecutar, si así lo solicitan las autoridades de allí, su extradición.

Imagen de la mujer detenida en Lleida relacionada con el crimen de una menor en Rumania / Cedida

Pendientes de detener a Marcel, la pareja

En Rumania fue la expareja de Simona Monica quien denunció la desaparición de la menor de edad, Anamaria, y también informó a la policía de que había dejado de tener señales de vida de la madre. Incluso se quiso confirmar al 100% que el cadáver encontrado escondido bajo un sofá y envuelto con una bolsa de plástico era el de la niña y no el de la madre, por su avanzado estado de descomposición.

En la denuncia, el padre biológico de la niña también detalló que la madre, Simona Monica Iftimovici, mantenía una relación con un tal Marcel, un hombre un poco más mayor, "frío", según los vecinos, y antiguo trabajador de la construcción. Algunos medios locales de Bucarest apuntan a la posibilidad de que este hombre, que todavía no ha podido ser localizado, pudiera ser al autor material del asesinato de la niña, que fue ahogada hasta la muerte, según las primeras pruebas forenses que han trascendido de la investigación hecha por la policía de Rumania. Los Mossos d'Esquadra no tienen una orden de detención contra el hombre y la inteligencia rumana no la han podido localizar, hoy por hoy, en Catalunya ni España, pero igualmente se ha reforzado el patrullaje por zonas donde residen personas originarias de este país por si puede ser detectado.