La Policía Nacional ha detenido el pasado 8 de diciembre en Zaragoza a una mujer por haber intentado asesinar a su expareja con quien había tenido una hija hace solo seis meses. La detenida ha entrado por la fuerza en el domicilio de la víctima y le ha intentado apuñalar con un cuchillo de grandes dimensiones, mientras le exigía que pagara una manutención por el bebé.
El incidente tuvo lugar en el número 3 de la calle Santa Rita de Casia, en el barrio de Delicias de Zaragoza. En torno a las ocho de la mañana el compañero de piso del hombre agredido oyó unos gritos, y vio a la mujer que intentaba entrar en una habitación: en una mano llevaba a su bebé y en la otra un cuchillo que dejó clavado en el marco de la puerta antes de marcharse del domicilio. Inmediatamente, el hombre llamó a la policía y hasta el lugar se desplazaron tres patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana.
Los agentes encontraron a la presunta agresora saliendo del edificio donde vivía la víctima. Tenía las manos ensangrentadas y se encontraba bajo los efectos del alcohol. La policía procedió con su detención y la separaron del bebé que en aquel momento se encontraba dentro del carrito. La detenida se negó a confesar nada de lo que había pasado dentro del inmueble, y pasó a disposición judicial.
Lo sorprendió mientras dormía
Según el relato de la víctima, al cual ha tenido acceso El Periódico de Aragón, la mujer se habría abalanzado sobre él mientras dormía en su habitación, mientras gritaba "Te haré la vida imposible". La presunta agresora empezó a golpearlo y arañarlo por la cara, hasta que cogió el cuchillo para intentar apuñalarlo. La víctima consiguió deshacerse de la mujer, que llevaba la bebé en brazos, y pudo refugiarse en otra habitación con pestillo.
Como no conseguía abrir la puerta, desistió en su intento de agredir a su expareja. Dejó el cuchillo clavado en la puerta y, antes de marcharse del piso, cogió el móvil de la víctima y se lo llevó. La Policía Nacional la ha acusado de un delito de violación del domicilio, de violencia doméstica y de robo con violencia y amenazas graves. La jueza de guardia ordenó su puesta en libertad provisional con una orden de alejamiento de 100 metros de la víctima.