Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, han rescatado varios animales que se encontraban en condiciones de abandono y de insalubridad total en varias comarcas de Tarragona. Entre las bestias recuperadas hay un jabalí, 14 hurones, dos caballos, un burro y un perro, todos en un estado muy malo tanto físicamente como de salud. Todos los casos fueron descubiertos durante el pasado mes de octubre en las localidades de Aldover, Botarell, Valls y Mont-roig del Camp.

Después de ser rescatados, todos los animales fueron evacuados a un centro veterinario para una primera revisión de su estado. Más tarde, los recolocaron en refugios de animales, como Les Set Cabretes de Botarell, y en la Sociedad Protectora de animales de Catalunya (SPAC) de Torredembarra. La Guardia Civil, en esta operación enmarcada dentro de las actuaciones de protección del medio ambiente y de la naturaleza, ha abierto tres actas-denuncias por maltrato y explotación animal.

Un burro y un perro abandonados

En el primero de las actuaciones que llevaron a cabo, los agentes tuvieron conocimiento del presunto abandono de un burro en la localidad de Aldover a raíz de la denuncia de un vecino. Al llegar, encontraron una finca deshabitada por cuyos alrededores rondaba el animal. Tenía varias heridas en carne viva en las patas delanteras, los cascos irregulares y estaba prácticamente raquítico. Según averiguaron, lo único que lo había mantenido con vida durante los años que estuvo abandonado fue la aportación de agua y comida que hacía el mismo vecino que avisó finalmente a las autoridades.

Posteriormente, en la urbanización de Les Costes de Botarell, localizaron un perro también abandonado y famélico, que no tenía a nadie que se pudiera hacer cargo de él. El informe del veterinario que lo atendió después de ser rescatado decía que tenía "anorexia extrema por inanición, atrofia muscular generalizada, mala calidad del pelo y uñas largas".

Núcleo zoológico ilegal

En el término municipal de Mont-roig del Camp encontraron 14 hurones y un jabalí adulto. Los animales vivían en condiciones bastante insalubres, y cuando los agentes preguntaron a los propietarios de la finca dónde estaban los permisos para tenerlos, estos confesaron que no los tenían, como tampoco un documento que los calificara de Núcleo Zoológico. Además de estos ejemplares, en la masía también había una quincena de perros de caza.

 

Finalmente, en una finca rústica de Valls descubrieron dos caballos en condiciones precarias de salud. La instalación donde los tenían no cumplía con los estándares mínimos requeridos para ser considerada una "explotación ganadera". Los agentes trasladaron los equinos hasta un centro hípico de la comarca del Alt Camp.