En pocos días los Mossos d'Esquadra han desmantelado, como mínimo, tres plantaciones de interior de marihuana controladas por la mafia china en la zona del Camp de Tarragona. Investigaciones de las Unidades de Seguridad Ciudadana (USC) y de las Unidades de Investigación (UI) han permitido acceder a plantaciones en el polígono de AgroReus, en la urbanización Blancafort, también en la capital del Baix Camp, y ayer, en Riudoms, también en una nave. Si bien no es novedad que los Mossos de toda Catalunya hagan cada día entradas para desmontar plantaciones, lo que sí que sorprende, aunque no es nuevo, es que se encuentren, en el interior, jardineros chinos. Personas de nacionalidad china que se encargan de vigilar las plantaciones y de cuidar las plantas.

Grupos criminales chinos de la marihuana fuertes en Tarragona

Ya no es un hecho casual. En el Camp de Tarragona, los últimos días, se ha confirmado que la mafia china ya tiene los dos pies al negocio de la marihuana. Es rentable y las penas de prisión son mínimas para este tipo de delitos contra la salud pública. Pero la entrada, y que este tipo de grupos criminales chinos se hagan fuertes con la marihuana, ha encendido todas las alarmas en los Mossos d'Esquadra. Todo lo que rodea la marihuana ya es un grave problema de seguridad. La mayoría de incidentes con arma de fuego, también los asesinatos, del año 2023 en Catalunya estaban relacionados con la droga, y, sobre todo, con la marihuana. Este año 2024 ya se han registrado varios tiroteos con heridos con el narcotráfico como trasfondo.

Pero los analistas de los Mossos creen que si la mafia china gana peso con el control del tráfico de marihuana y necesita también ganar espacio a las mafias albanesas que ya controlan el mercado, se puede iniciar una guerra territorial de final incierto. Actualmente, la mayoría de detenidos que se hacen en Catalunya en entradas en plantaciones son de jardineros albaneses. Hombres jóvenes que llegan directamente de su país para estar en régimen de clausura en plantaciones, que los jefes de las organizaciones controlan y vigilan también por cámaras por control remoto. Cuando los detienen o agotan el tiempo prudencial de estar en Catalunya, son devueltos a su país. Pueden cobrar entre 2.000 y 3.000 euros al mes por vigilar las plantaciones.

La mafia china, mucho más violenta

Aunque no es la primera vez que los Mossos atacan plantaciones controladas por personas de nacionalidad china; el año 2021 liberaron a varias personas que hacía casi un año que estaban cerrados, esclavizados, en una plantación de marihuana, los investigadores de la policía catalana tienen menos analizado este tipo de grupos criminales chinos que están instalados en Catalunya. Lo que sí que tienen claro, por otras investigaciones, donde hay personas de esta nacionalidad implicadas, es que se trata de personas más obedientes, que dan menos problemas a sus jefes, pero que pueden ser mucho más violentos, si se tienen que enfrentar a grupos rivales. Una escalada de violencia, una guerra entre albaneses y chinos, es, ahora mismo, una preocupación para los Mossos d'Esquadra.

El crimen organizado, amo y señor del tráfico de marihuana, actualmente en nuestra casa, tiene muchos tentáculos y parece que, ahora mismo, se haya perdido el control. La mayoría de actuaciones son casi reactivas, para desmontar plantaciones después de avisos ciudadanos o de investigaciones en caliente de las USC, y las investigaciones a largo plazo, para decapitar a las mafias instaladas en Catalunya, todavía no han dado frutos.