Crueldad familiar en Sicilia, Italia. La madre y la tía de un niño de 5 años han sido detenidas en la ciudad italiana de Catania por azotarlo con diferentes cables eléctricos como reprimenda por desobedecerlas. Estos latigazos le dejaron marcas muy visibles en todo el cuerpo que poco después descubrieron en el colegio al que iba y fueron los docentes los que dieron la voz de alarma por el posible maltrato al que estaría siendo sometido por las dos mujeres, la progenitora de 28 y la otra de 23 años y ambas de nacionalidad nigeriana. Fue la directora del centro educativo del menor agredido la que denunció a la Jefatura de Policía de Catania los hechos, tras descubrir que el niño presentaba "evidentes azotes en la espalda y en las piernas", por lo que se le trasladó a un hospital para ser tratado.

 

Una vez llegaron los agentes, el pequeño de 5 años relató los continuos castigos con extrema violencia a los que lo sometía su madre y la tía, que realmente era una amiga de la progenitora que ejercía como tal. El niño era repetidamente azotado con cables para cargar una bicicleta eléctrica y muestra de ello son las numerosas cicatrices que tenía extendidas por el tronco, extremidades superiores e inferiores, así como en el pecho y el abdomen. Así lo ha corroborado la Fiscalía, una vez los médicos hallaron "la presencia de numerosas abrasiones profundas en forma de U, por latigazos verosímiles".

Detenidas por maltrato: la tía lo azotaba en presencia de la madre

Por todo ello, detuvieron a la madre y la tía postiza, acusadas de malos tratos y lesiones múltiples agravadas, según han explicado diferentes medios locales este miércoles. Durante el registro policial al domicilio familiar, los agentes encontraron "elementos" que prueban que eran ellas "las autoras de las gravísimas conductas ilícitas perpetradas". Pero la progenitora, en la mayoría de casos, acudía en calidad de espectadora a las palizas que su amiga y falsa tía sometía al niño de tan solo 5 años, en un principio, por haberla desobedecido.

Los castigos de la tía eran continuados y, además, sucedían en presencia de la madre. La progenitora, no obstante, "no se esforzaba por evitarlas, impedirlas o señalarla a los órganos institucionales competentes con el fin de evitar cualquier posible repetición", según ha explicado la Polizia di Stato. Esta tortura a la que sometían al pequeño con cables eléctricos era repetida y se producía, en base a las explicaciones de las investigadas, por "caprichos banales" y otros hechos que atribuían al menor de 5 años. En cualquier caso, las dos mujeres nigerianas de 23 y 28 años, que contaban con permiso de residencia regular, han ingresado en prisión preventiva a la espera de juicio.