Una mujer de unos 80 años y su hijo, de 59, han aparecido muertos en su domicilio de la localidad abulense de Arévalo.
Impacto y rareza por el suceso
Según han confirmado a Efe tanto el alcalde del municipio, Francisco León, como la Policía Local, la aparición de los cadáveres se produjo en la mañana del viernes, después de que un familiar alertara de la ausencia de ambos desde hacía varios días.
Madre e hijo vivían juntos y formaban parte de una familia muy amplia, ha confirmado el regidor, quien ha subrayado el impacto y la "extrañeza" que este suceso ha generado entre los habitantes de Arévalo.
León no ha podido precisar si los cuerpos presentaban signos de violencia, ya que la juez ha decretado secreto de sumario y será el forense quien determine las causas de la muerte, tras examinar los cadáveres, que fueron descubiertos por los agentes de la Guardia Civil tras recibir el aviso.
No obstante, los investigadores ya han podido asegurar que las muertes se habrían producido por intoxicación de monóxido de carbono, posiblemente causada por un brasero.
La vivienda que habitaban madre e hijo se encuentra en el número 4 de la céntrica calle Encruz.
Un hombre apuñala y degüella a su madre en Aldaia
Macabro suceso en Aldaia, Valencia. Un hombre ha matado este viernes por la tarde a su madre a cuchilladas. Después ha llamado a los servicios de emergencias para confesar el terrible asesinato.
El homicida, un hombre de nacionalidad española y 56 años, Justino, ya arrestado, ha utilizado un cuchillo de la cocina y ha degollado a su progenitora, de 85, Angelita.
De momento se desconocen las circunstancias del macabro suceso, aunque no se descarta que el detenido sufra algún tipo de enfermedad mental. Según los primeros indagaciones en el lugar de los hechos, relata Levante, el hombre, el mayor de tres hermanos, tenía diagnosticada esquizofrenia desde su juventud y ha cometido el crimen bajo la influencia de un brote psicótico. La familia ha mostrado su indignación porque, según ellos, "la psiquiatra le retiró la medicación y, aunque le habíamos dicho que cada vez tenía más brotes, no ha querido volver a recetarle la inyección que le ponían", recoge la misma fuente.