El Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid ha cambiado las medidas que impuso al único hombre que fue detenido y después puesto en libertad por su supuesta implicación de la desaparición de Esther López en Traspinedo (Valladolid), quien fue localizada sin vida el 5 de febrero.

A través de un auto, la juez ha suprimido la obligación de comparecer ante el Juzgado a diario del investigado, un hombre de 48 años apodado El Manitas, por la necesidad de que comparezca cuando sea llamado, han informado a Efe fuentes jurídicas.

Ha mantenido que debe aportar cualquier cambio de domicilio que se produzca y también la medida de prohibición de salir de España, mientras ha retirado la obligación de salir de la provincia de Valladolid. El Juzgado de Instrucción número 5 acordó el pasado 28 de enero la libertad provisional del hombre de 48 años, aunque mantuvo su condición de investigado.

Los detalles del crimen

Fue un miércoles por la tarde, 12 de enero, cuando sus allegados vieron por última vez a Esther, quien al parecer estuvo con algunos amigos en distintos momentos de la noche hasta la madrugada, tras lo que se le perdió la pista.

24 días después fue hallado el cadáver de la mujer por un senderista a pocos kilómetros del lugar en el que se supone que desapareció, a las afueras de Traspinedo, una población de poco más de mil habitantes a unos veinticinco kilómetros de Valladolid capital.

Los resultados preliminares de la autopsia practicada a la mujer, de 35 años, indicaron que sufrió una rotura de cadera y múltiples magulladuras. Según fuentes próximas a la investigación, las magulladuras del cuerpo reflejaron la posibilidad de que hubiera sido arrastrada por un vehículo, sin que se conozca en qué momento pudo producirse. Tres líneas de investigación permanecen abiertas sobre el caso.

Sigue habiendo muchos misterios

Los agentes que investigan el caso siguen trabajando para aclarar lo que ocurrió con la joven en aquella noche en la que salió con sus amigos a beber unas copas y jamás fue vista con vida de nuevo. Ha habido muchas especulaciones y muchas hipótesis, pero todavía no se conoce la causa exacta de la muerte ni las circunstancias.

Uno de los misterios es el que tiene que ver con el teléfono de Esther. La joven de 35 años se conectó al móvil más dos horas después de que se le perdiera el rastro y, 10 minutos después, recibió una llamada que no contestó porque el teléfono dejó de emitir señal. Los investigadores creen que, hasta las 6:00 de la mañana, Esther estaba bien y, lo que pasó después, es un enigma.

Los agentes no, han podido averiguar que Esther López accedió al móvil a las 5:40 de la mañana del día que desapareció y, a partir de entonces, se apagó. Diez minutos más tarde, a las 5:50, recibió una llamada que no pudo contestar porque dejó de emitir señal.