Unas 5.000 personas —y Marc Casadó— han celebrado esta noche y madrugada la Liga del FC Barcelona en la meca del barcelonismo, en la fuente de Canaletes, en la parte alta de la Rambla, en el centro de Barcelona. Desde que el partido terminó, y hasta bien entrada la madrugada, centenares de personas se han concentrado para festejar esta nueva Liga blaugrana, conseguida, además, en el campo del Espanyol, en territorio hostil. El ambiente de la fiesta —que contó también con la presencia VIP de Casadó, que después de pasar por la Ciudad Deportiva, y antes de ir a una discoteca de la ciudad, pasó a sacar la cabeza a Canaletes— fue en todo momento festivo y no consta que hubiera graves problemas de seguridad, según han confirmado fuentes policiales a ElCaso.com.
Siete detenidos durante las celebraciones en Canaletes
Los únicos incidentes que se registraron fueron por hurtos y robos. En total se detuvo a siete personas: tres por hurto, tres por robo violento y también una persona que, después de ser identificada, constaba que tenía pendiente una orden de detención policial fruto de una investigación. Las detenciones se hicieron con agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra, que estaban en busca de personas, los habituales multidetenidos de la zona centro, que, aprovechando las aglomeraciones, pensaron que era un buen momento por hacer el agosto antes de tiempo. Igualmente, fuentes policiales también han explicado que, aunque se hicieron siete detenciones, se espera que durante las próximas horas también se reciban más denuncias, de personas que pudieron ser víctimas de hurtos durante la celebración. Si bien no es un escenario deseable, sí que es habitual cuando hay grandes concentraciones de personas. Los Mossos avisan constantemente con consejos de seguridad para no poner las cosas fáciles a estos malhechores.
Pese a ello, el ambiente fue festivo y no se registraron incidentes graves de orden público, más allá de la ocupación de la vía pública y de que algunos de los aficionados culés, superados por la emoción de volver a ganar la Liga, se subieron encima de mobiliario urbano. En la celebración de este jueves más gente se ha concentrado en Canaletes —en la fiesta de la Copa, hace dos semanas, había unas 2.000 personas— y en el último tramo de la noche se hicieron dos detenidos para tirar objetos a la policía. Esta vez, sin embargo, se ha vivido con total normalidad. Los Mossos, como es habitual, desplegaron un importante dispositivo con agentes de USC, agentes de paisano, equipos de orden público de la Brigada Móvil y del ARRO, la Unidad de Drones y también el helicóptero policial. El operativo era la parte siguiente del dispositivo que ya estaba en marcha, en la zona de Cornellà, para dar seguridad al partido entre el Espanyol y el FC Barcelona.
Atropello en el RCDE Stadium
En la zona del RCDE Stadium, aunque no se vivieron allí incidentes graves, sí que se registraron dos momentos críticos. El primero, con la llegada del autocar del RCD Espanyol. Un grupo de aficionados rompió la valla que se había organizado y atacó a la policía, con lanzamientos contra los efectivos de la Brigada Móvil, que tuvieron que hacer uso de las defensas policiales para mantener a los alborotadores a raya. Mucho más grave, instantes antes del partido, cuando un vehículo atropelló, por causas que todavía se están investigando, a un grupo de aficionados pericos que se dirigían al campo. En total, una quincena de personas heridas —entre ellos también un agente de la Brimo de los Mossos— y la conductora, detenida, en espera de poder aclarar qué pasó. Las primeras hipótesis, no obstante, apuntan a un accidente.