Los Mossos d'Esquadra no cierran ninguna línea de investigación, como corresponde, pero tienen claro que el atropello de este jueves por la noche en el exterior del RCDE Stadium, antes del inicio del derbi entre el Espanyol y el FC Barcelona —partido que sirvió a los blaugrana para ganar la Liga—, que dejó una quincena de heridos, por suerte, todos leves, no fue una acción premeditada y, mucho menos, terrorismo. Aun así, la investigación que han asumido los Mossos deberá servir para aclarar qué pasó en el momento del brutal atropello —las imágenes ponen los pelos de punta— y también, y sobre todo, qué es lo que no está grabado, antes de este accidente.

 

La conductora, una mujer de 34 años, fue arrestada allí mismo y después trasladada a un centro médico cercano, aunque fuera de peligro, tal y como adelantó ayer por la noche ElCaso.com. Las declaraciones que haga a la policía serán cruciales para cerrar el atestado que los Mossos entregarán esta mañana en el juzgado de guardia de Cornellà, que será el que tutelará la investigación. Aunque se confirme, como todo parece indicar, que se trata de un accidente, por toda la responsabilidad que se pueda derivar, incluso de cara a los seguros, hará falta que el informe policial sea claro. Por ahora, todo parece indicar que la conductora, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, circulaba por una zona abierta al tráfico —los accesos al estadio del Espanyol, junto a casas, no permiten un aislamiento total de las calles aledañas, si bien sí que hay una zona de exclusión, protegida por la policía local— y dio un golpe a una persona, de manera totalmente involuntaria, de un grupo de gente que se dirigía al estadio. Aquel incidente desencadenó que un grupo de personas rodearan el vehículo, atacándolo incluso de manera violenta, rompiéndole los cristales y haciendo lanzamientos contra los vehículos.

Primeras hipótesis: la mujer ha entrado en pánico

Los agentes de la Brigada Móvil iniciaron una maniobra para proteger el vehículo de los alborotadores y retirar a la conductora, pero fue en aquel momento que, por causas que todavía se están investigando, aceleró de manera brusca y se llevó a varias personas por delante. Según las primeras hipótesis policiales, la mujer, al verse asediada, entró en pánico, perdió el control de la situación y se pudo haber confundido de pedal, haciendo esta aceleración que acabó con el atropello. En el arranque, que ha movido el coche, sin detenerse, unos 50 metros, hasta que ha acabado impactando contra una valla, sobre la acera, ha herido a una quincena de personas, entre ellas también un agente de la Brigada Móvil de los Mossos. Los agentes también tuvieron que dispersar a un grupo de aficionados que quería seguir atacando el coche, después del accidente.

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Mossos d'Esquadra y SEM en el lugar del atropello, en el RCDE Stadium

En todo caso, la hipótesis de los Mossos es que el hecho ha sido "fortuito", y también han descartado que haya habido un error del dispositivo de seguridad por el hecho de que la calle estuviera abierta. "Eran las nueve de la noche y se tenía que facilitar el acceso de los aficionados al campo. No es una situación extraordinaria, pero sí que lo es que la conductora haya acelerado", apuntó ayer, desde el mismo estadio, el comisario jefe de la región policial Metropolitana Sur, Eduard Sallent, que, con otros mandos regionales, se desplazó hasta el lugar de los hechos, como también hizo la consellera de Interior, Núria Parlon, y el president de la Generalitat, Salvador Illa, que estaba en el estadio del Espanyol. El partido se jugó con normalidad. Aplazarlo, creyó la policía, habría sido peor, y evacuar el estadio habría generado todavía más peligro. "La información que teníamos es que los heridos no eran graves y que no estábamos ante un supuesto de terrorismo, por lo que se ha considerado que el partido se podía realizar", ha asegurado el comisario Sallent, que estuvo en contacto durante todo el incidente con el president y la consellera.

Ningún herido grave en el atropello en el RCDE Stadium

El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) activó once ambulancias para atender a los heridos. Tres de los dieciséis afectados han sido dados de alta in situ y los otros trece tuvieron que ser trasladados a diferentes hospitales del territorio con contusiones y heridas, pero ninguno de ellos en estado grave. Los cinco en estado menos grave fueron dos al Hospital Moisès Broggi, dos al Hospital de Bellvitge y uno al Hospital de Sant Boi. Los ocho en estado leve fueron derivados: dos a Sant Joan de Déu, uno al Hospital de Sant Boi, dos al Hospital Moisès Broggi, dos al Hospital de Bellvitge y uno al Hospital General de l'Hospitalet. Una de las personas que resultaron heridas fue el hijo del alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. Fuentes del Ayuntamiento han explicado que el herido está bien, que el vehículo le ha pisado el pie y que el alcalde se ha desplazado hasta el lugar.