Un ladrón de coches atacó a Shirlene Hernández, una anciana de 72 años, cuando ella había detenido su vehículo para comprarse algo de comer en la tienda de una estación de servicio en la ciudad de San Antonio, al sur de Estados Unidos. Le robó el coche y, minutos después, murió en un fuerte accidente automovilístico.
El ladrón golpeó varias veces a la mujer hasta dejarla en el suelo, él aprovechó para quitarle las llaves de su coche y subirse rápidamente al vehículo. Tres personas que presenciaron los hechos intentaron que el delincuente no escapara, pero se metió rápidamente en el interior del turismo y se marchó velozmente del lugar de los hechos.
La policía acudió al lugar de la agresión después de que los testigos llamasen a las autoridades. Vieron que Hernández tenía varias heridas fuertes en la cara y empezaron a buscar al responsable de los hechos. Pese a ello, no tardaron demasiado en encontrar el coche robado, que se había estampado a pocos kilómetros de la gasolinera. El brutal accidente acabó con la vida del agresor momentos después del terrible impacto.
Los detalles del robo y el accidente
Los hechos sucedieron a las 2:30 de la mañana en una gasolinera situada en el cruce de las calles Kildare Avenue y Pecan Valley Drive. El responsable de la agresión y el robo aprovechó que había pocos coches en la carretera para escapar rápidamente.
La policía encontró el vehículo después del brutal accidente, había chocado contra un gran poste de electricidad. Supieron que el conductor estaba vivo porque gritaba enérgicamente, los bomberos acudieron hasta el lugar del accidente y lograron sacar al ladrón, pero había sufrido heridas tremendamente graves y no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Según las fuentes policiales de la ciudad de San Antonio, el ladrón circulaba excediendo la velocidad máxima permitida y, en una curva, perdió el control del coche, chocando contra uno de los grandes postes de luz que alumbran esta carretera y una valla de madera.
Las declaraciones de la víctima
Shirlene Hernández ha atendido a varios medios de comunicación locales para responder sus preguntas relacionadas con el robo de su coche. Ha demostrado ser una persona íntegra con sus declaraciones: "Me da pena que el ladrón haya muerto, aunque muchas personas me han comentado que ha sido obra del 'karma'".
Aunque ella no lo veía de esa manera y cree que se trata de un castigo divino: "Me había hecho daño, pero el Señor consideró oportuno sacarlo de su miseria de esta forma". También ha comentado que ahora necesitará otro vehículo: "No quiero dejar de trabajar, así que de alguna manera tengo que conseguir otro coche. Y eso requiere dinero, así que tengo que averiguar qué hacer", dijo.
Shirlene, la nieta de Hernández, ha publicado en GoFundMe la historia de su abuela y ha pedido a las personas que donen dinero para que pueda comprarse un nuevo coche después de que el suyo haya sido declarado siniestro total. El objetivo inicial era de 5.000 dólares (4.600 euros), pero las donaciones ya han superado los 23.000 dólares (unos 21.200 euros).