Este sábado, un hombre decidió forzar la entrada de un piso del barrio de Sant Antoni de Barcelona y lo desvalijó de todos los objetos de valor que pudo encontrar. Se hizo con varios aparatos electrónicos -aparte de otros objetos de valor-, que, juntos, sumaban un total de 4.500 euros. Seguramente se marchó muy satisfecho de su trabajo, pero lo que no sabía era que, pocos minutos después, su poca habilidad para disimular le acabaría costando este botín.
Y es que una patrulla de la Guàrdia Urbana de Barcelona que hacía las rondas por las calles de este céntrico barrio, se fijó en la actitud muy sospechosa de un hombre que, al verlos, dio media vuelta inmediatamente e intentó esquivarlos, pasando por otra calle. Los policías lo siguieron hasta que lo pudieron interceptar. Le pidieron que se detuviera para identificarlo y, durante el consiguiente cacheo, encontraron toda una serie de objetos de alto valor económico cuya procedencia no supo justificar. Haciendo las correspondientes pesquisas, la Guàrdia Urbana llegó hasta el domicilio al que había entrado ilegalmente el sospechoso hacía pocos minutos, confirmando que todo había sido robado. El ladrón, por descontado, quedó detenido, mientras que su botín fue devuelto al legítimo propietario.
Pillan a dos ladrones robando un teléfono móvil a las Fonts de Montjuïc
El viernes, una patrulla de paisano de la Guàrdia Urbana pudo detener a otros dos ladrones quienes solo esperaban un descuido por parte de algún turista que visita las Fonts de Montjuïc para hurtarles el móvil. De hecho, los pillaron con las manos en la masa, justo cuando sacaban un teléfono del bolso de una joven y se iban con el dispositivo. No consiguieron huir: los agentes los siguieron y los pararon antes de que pudieran llegar lejos. Ambos fueron detenidos y el móvil, devuelto a su propietaria.