El asesinato de dos agentes de la Guardia Civil a manos de narcotraficantes en Barbate (Cádiz) conmocionó a toda España y abrió una grieta en las actuaciones del Ministerio del Interior. El debate sobre la falta de medios de los que el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska dota a los efectivos del Estrecho estuvo en el aire unas semanas, mientras las imágenes del suceso y las acusaciones se hacían públicas para dar con los verdaderos culpables del atroz crimen, en el que una narcolancha fulminó el pequeño bote en el que los guardias civiles habían ido a hacer frente a los narcos. Ahora, se ha intensificado la búsqueda de Karim, de origen marroquí, que sería el piloto de la embarcación que mató a los agentes David Pérez y Miguel Ángel González y a quien han señalado algunos acusados, testigos y defensa.

Karim: la supuesta ayuda para huir a Marruecos

¿Dónde está Karim? Pues, muy probablemente, en su país de origen, en Marruecos. Esta hipótesis vendría dada porque la familia del supuesto piloto de la narcolancha que asesinó a dos guardias civiles, según han precisado fuentes cercanas al caso a EFE, huyó al país del Magreb después de los sucesos de Barbate. Por ello, se cree que estaría escondido allí desde entonces para evitar ser capturado y juzgado por las autoridades españolas. Los lazos del acusado, además, ligados al narcotráfico, trascienden más allá de las idas y venidas de la costa marroquí a la del sur de España con kilos y toneladas de drogas.

Un fotograma del vídeo en el que se ve cómo la narcolancha embiste una patrullera de la Guardia Civil en Barbate, el pasado 9 de febrero / Redes

Karim es, precisamente, sobrino de de Abdellah El Merabet, un marroquí asentado en Málaga y conocido como Pus Pus. Este hombre, según las mismas fuentes, está relacionado con el tráfico de drogas en la costa andaluza y posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol. Además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos e, incluso, un gran yate que suele fondear en un pantalán de Puerto Banús, en Marbella, valorado en medio millón de euros, aproximadamente. Su ayuda podría haber sido decisivo para facilitar a Karim el camino hacia Marruecos, donde estaría escondido en estos momentos.

Buscan a los asesinos de David y Miguel Ángel

Los agentes David Pérez y Miguel Ángel González fueron asesinados esa noche en Barbate tras ser embestida su patrullera por los narcos. La Guardia Civil detuvo por estos hechos, horas más tarde, a seis personas, entre ellas a Kiko el Cabra, que acabaron en prisión por orden judicial. Pero, tras ello, la autoría de los arrestados planteó dudas y el Instituto Armado abrió una nueva línea de investigación. Analizaron las imágenes captadas y de los teléfonos móviles y concluyeron que la narcolancha que embistió a la patrullera tenía la intención "clara e inequívoca" de causarles un "grave daño" o "quitarles la vida".

Concentración en Barbate, el pasado 10 de febrero, por el asesinato de los dos agentes de la Guardia Civil / Rocío Ruz, Europa Press

Cabe recordar la intencionalidad, dado que la narcolancha cuatrimotora que embistió a la patrullera "no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes", como ocurre en otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad, destaca el informe. "La única explicación hallada para dar sentido al brutal ataque gratuito acometido contra la embarcación de la Guardia Civil es la intención de causarles un grave daño o quitarles la vida", sentencia el mismo documento del Instituto Armado. 

Varios agentes de la Guardia Civil llevan el féretro a la Catedral de Pamplona durante el funeral de uno de los guardias civiles fallecidos en Barbate tras ser embestidos por una narcolancha / Eduardo Sanz, Europa Press

Ahora, la Guardia Civil ha intensificado la búsqueda de los supuestos asesinos. Entre los principales acusados, por testigos y algún abogado defensor, se encuentra Karim, sobrino de Pus Pus. Este habría sido el piloto de la narcolancha empleada para acabar con la vida de los dos guardias civiles, David y Miguel Ángel, en el puerto de Barbate el pasado 9 de febrero.