La Audiencia de Barcelona ha resuelto que el juicio al futbolista brasileño Dani Alves, acusado de agresión sexual a una chica en una discoteca de Barcelona, solo será a puerta cerrada cuando declare la denunciante, según una resolución comunicada por el TSJC este jueves. La Fiscalía y la acusación de la chica, ejercida por la abogada Ester García, pidieron que todo el juicio, que empieza el próximo lunes, fuera a puerta cerrada para proteger a la víctima. La abogada del basileño, Inés Guardiola, se opuso.
La sección 21 de la Audiencia de Barcelona ha declinado este extremo, según sostine, "para garantizar la transparencia de la justicia", y cita jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la obligación de publicidad de los juicios. No obstante, también recoge lo que marca el estatuto de la víctima del delito y por ello ha acordado medidas a fin de que no se difunda la identidad de la mujer. Los medios de comunicación no podrán emitir ni el sonido ni imágenes de la vista, aunque se permitirá fotografiar el inicio de la vista.
Recientemente, la madre de Alves difundió imágenes de la mujer en las redes sociales, que ha sido denunciado en los juzgados.
Petición de 12 años de prisión
El exfutbolista del Barça se enfrenta a 12 años de prisión, pena máxima que le pide la acusación particular de la chica, mientras que la Fiscalía, 9 años de prisión. El futbolista cumplió un año en prisión preventiva este 20 de enero pasado, y será conducido al juicio por los Mossos des de la prisión de Brians 1.
Las dos acusaciones también han solicitado que Alves pague 150.000 euros a la víctima, indemnización, exigida por la magistrada de instrucción, que ya está depositado en las cuentas del juzgado y que se podría considerar como una atenuante al haberse abonado la reparación del daño.
Tres días de juicio
Así, el juicio al exfutbolista azulgrana se hará en la Audiencia de Barcelona los días 5, 6 y 7 de febrero, en los cuales Alves será interrogado, además de la víctima y testigos. El tribunal, en la resolución de este jueves, también ordena que todos los intervinientes cuando hablen de la mujer se refiera a ella como "la denunciante" para que no sea identificada.