Este lunes ha empezado en la Audiencia de Girona el juicio a puerta cerrada del acusado de pederastia en Arbúcies (Selva). El acusado, de 76 años, se enfrenta a 81 años de prisión por abusar sexualmente de 10 menores. Según el escrito de acusación, el detenido ofrecía clases particulares gratuitas a las víctimas, que provenían de familias en una "situación precaria", para ganarse la confianza de los padres. De esta manera, y ofreciendo regalos a las niñas, habría hecho tocamientos y frotamientos con el pene en los genitales de las menores. Los hechos tuvieron lugar entre el 2013 y el 2019, cuando la madre de una de las víctimas pilló in fraganti al hombre.

Los presuntos abusos se descubrieron en julio del 2019 cuando la madre de una de las víctimas habría sorprendido al procesado. Su hija, que entonces tenía 7 años, se encontraba dando clases particulares con el acusado. Hacia las 18:30 horas, el hombre hizo ir a la niña en una habitación donde le bajó la ropa, le lamió los genitales y le hizo frotamientos con el pene. Fue entonces cuando la madre de la menor entró en la habitación y pilló al detenido. Ante la gravedad de los hechos, los familiares decidieron denunciar al sospechoso. Más tarde, la Policía Local de Arbúcies y los Mossos d'Esquadra procedieron a su detención. Sin embargo, los agentes iniciaron una investigación y descubrieron que esta niña no era la única víctima del pederasta.

El procesado se ganaba la confianza de los familiares

La acusación se reafirma en el hecho de que el procesado se aprovechaba de la confianza que los padres de las menores depositaban en él y de la inocencia de las niñas para abusar de ellas de manera continuada: "Las desnudaba y las tumbaba para, a continuación, friccionar su pene contra los genitales de las pequeñas. También les daba besos en la boca, tocamientos en los pechos y lo obligaban a tocarle el pene, introduciéndolo después en la boca de las menores", expone a la fiscal que considera que "estas conductas se repitieron con frecuencia".

Además, la fiscalía lo acusa de haber abusado de una menor con una discapacidad reconocida del 85% y de su hermana en casa de las menores. "Se sentaba en el sofá en medio de las menores y, mientras estaban tapados con una manta, les hacía tocamientos, llegando a introducir un dedo en una de las niñas", se detalla en el escrito.

El hombre está acusado de 10 delitos de abuso sexual

La fiscalía lo acusa inicialmente de cuatro delitos continuados de abuso sexual a menor con penetración, tres delitos continuados de abuso sexual a menor, un delito continuado de abuso sexual a menor con discapacidad, un delito de abuso sexual a menor y un delito de agresión sexual a un menor en grado de tentativa. Por todo eso, pide una pena de 81 años de prisión, 10 años de libertad vigilada, inhabilitación para trabajar con menores durante 5 años y que no se pueda acercar ni comunicarse con ninguna de las víctimas durante un plazo de hasta 10 años. En concepto de responsabilidad civil, solicita que el procesado indemnice a las víctimas con 165.000 euros.

La familia de dos de las víctimas se han personado como a acusación particular y la Generalitat también ejerce de acusación en el caso de una de las menores tutelada por la DGAIA. El abogado de la defensa, Bernat Pladevall, niega las acusaciones y pide la absolución.