La magistrada del juzgado 8 de Figueres aseguró que el presunto violador en serie de Figueres (Alt Empordà), al que han denunciado por ahora cuatro niñas entre 13 y 14 años, y que se encuentra en libertad desde el pasado 8 de agosto, puede volver a acometer el mismo delito. Según el auto al cual ha tenido acceso El Periódico, la jueza muestra su desagrado con la puesta en libertad del violador y alerta de que esto puede conllevar riesgos: de que el presunto violador escape, que destruya pruebas o que vuelva a atacar a víctimas que le han denunciado para amedrentarlas. 

El presunto violador, A.A.V., fue detenido por los Mossos d'Esquadra el pasado 21 de julio después de que una menor de 13 años le acusara de haberla violado el 9 de julio a pesar de que ella insistiera en que no quería que le penetrara. Además de este caso, el detenido ya había sido encarcelado anteriormente en dos ocasiones, a raíz de hasta tres denuncias interpuestas por niñas de 13 y 14 años. Según la ley de libertad sexual y el código penal, las menores de 16 años no están capacitadas para consentir una relación sexual debido a su corta edad, elevada vulnerabilidad y alta capacidad para ser influenciadas. Es un delito que puede conllevar hasta 12 años de cárcel. Por este motivo, el día 22 de julio, el acusado declaró ante la jueza por un delito de abusos sexuales con penetración.

Credibilidad de las pruebas del delito

Según el auto, el acusado solo respondió a las preguntas de su abogada. Reconoció a la menor de 13 años y aseguró que estuvo en su casa el día que la menor denunció que fue violada. La jueza que llevaba el caso también accedió a la declaración que la denunciante hizo en comisaría, a la que atribuye "credibilidad indiciaria", es decir, que hay indicios de delito. Primero, porque la policía reconoce al investigado como autor, y segundo porque hay imágenes en vídeo del portal de él el día que pasó la agresión en las que se ve a la víctima salir y entrar a las mismas horas que cuenta en su declaración ante los Mossos. La jueza también tiene en cuenta el resto de casos por agresión pendientes del investigado. En concreto, las cuatro violaciones a niñas de 13 y 14 años que investigan tres juzgados de Figueres, y que se remontan desde julio de 2021. "El modus operandi y las edades de las víctimas coinciden en su totalidad con lo relatado por la menor", sigue la jueza. Por todo ello, la magistrada afirma que ve indicios de "culpabilidad" en A. A. V.

Existen riesgos de "reiteración delictiva"

Por todo esto, la jueza considera que existe un riesgo de "reiteración delictiva", es decir, que el violador de Figueres vuelva a atacar a niñas. Algo que también temen los Mossos y las familias. La magistrada cuenta hasta cuatro diligencias judiciales abiertas contra él por abusos sexuales a menores, y cita las dos veces que los jueces lo mandaron a la cárcel de forma provisional por el mismo motivo. La titular del juzgado número 8 de Figueres también pone de manifiesto en el auto que hay una posibilidad de que el violador se escape. "A pesar de haber sido detenido en anteriores ocasiones por hechos análogos no se ha fugado del país", hace constar la magistrada, aunque asume que "a mayor gravedad de la pena que se le pueda imponer (si tenemos en cuenta la acumulación de diversas penas que puedan prosperar) también es mayor el riesgo de fuga".

Destrucción de pruebas y amenazas a la víctima

A todo esto, la jueza también recuerda el riesgo de que A.A.V., ataque a la niña denunciante para amenazarla, algo que mantiene aterrada a la menor."Recordemos que la víctima es una menor de 13 años, siendo por ello, una persona vulnerable, fácilmente influenciable y con la que el investigado ha mantenido contacto durante prolongado tiempo". También considera probable que el presunto violador de niñas aproveche su tiempo de libertad para ocultar o destruir pruebas. "La menor ha narrado que le obligaba a borrar todas las conversaciones telefónicas que mantenían, no disponiendo la menor de ninguna de ellas", recuerda la jueza.

Los otros magistrados piden más pruebas

A pesar de todas las pruebas en contra del violador y los otros casos por agresión que tiene pendientes, los tres magistrados de la sala de vacaciones de la Audiencia Provincial de Girona dejaron en libertad el pasado 8 de agosto al presunto violador, aunque con dos medidas cautelares: tiene prohibido comunicarse con la víctima que le ha denunciado, y no puede acercarse a ella a más de 200 metros. Una decisión que ni la niña, ni la familia, ni tan siquiera los Mossos d'Esquadra logran comprender. El tribunal que lo acordó se excusó con que "no había indicios de calado suficiente" teniendo en cuenta "una medida cautelar tan gravosa" como es la pérdida de la libertad. Piden "diligencias de investigación y judiciales con una carga incriminatoria relevante". En concreto, la declaración judicial de la menor y un informe médico que acredite la violación. Con respecto a una declaración de la menor, consideran que hubiera sido mejor una declaración ante la jueza en vez de usar la declaración que la niña hizo a los Mossos. Por su parte, la jueza de instrucción explica que no la llamó a declarar porque quería "evitar una mayor revictimización" y porque necesitaba "el equipo técnico" encargado de interrogar los menores de 14 años víctimas de delitos sexuales. No estaban disponibles aquel día, dice la jueza.