Esconderse tras las redes sociales permite disfrutar de una supuesta impunidad para hacer daño a los demás. Es lo que ha hecho un grupo de adolescentes de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), que ha puesto en marcha un canal en Instagram dedicado, bajo este cobarde anonimato, a calumniar a otros jóvenes. Este fin de semana, un grupo de padres ha detectado que, desde un perfil de nueva creación en esta red social, propiedad de Meta, se publicaban escritos anónimos donde se atacaba a alumnos de varios municipios con bromas de mal gusto, insultos y mentiras.

El perfil @cotilleoo_sancuu permite a usuarios anónimos publicar lo que han bautizado como "cotilleos" sobre personas menores de edad de Sant Cugat, hablando de prácticas sexuales, enfermedades de transmisión sexual o incluso de comportamientos de estos jóvenes, de varios institutos y centros de la ciudad del Vallès. A nadie se le escapa que tras estos mensajes —sabiendo que no era algo normal ni sano, los autores de las cuentas ya han creado una decena de nuevos perfiles con nombres diferentes por si les cierran la cuenta— no hay nada más que acoso escolar y juvenil, que ha encontrado en las redes sociales una capacidad para amplificarse y, a la vez, a diferencia del acoso escolar presencial, con el anonimato que permite Instagram, así como NGL, la red que usan para compartir los contenidos de manera anónima, sin tener que dar a conocer su cuenta personal de Instagram.

Denuncia a los Mossos d'Esquadra

Según ha podido saber ElCaso.com, varios padres ya se han puesto en contacto para denunciar la cuenta de Instagram ante los Mossos d'Esquadra por un supuesto delito contra el honor de las personas, por calumnias e injurias, y contra los menores de edad. En algunos de los mensajes se afirma que hay fotos de jóvenes, menores de edad, practicando sexo, un hecho que, en caso de compartirse o publicarse, podría constituir un delito de pornografía infantil. La investigación de los Mossos, cuando la denuncia sea formalizada, permitirá identificar a los autores de estos supuestos delitos, que tendrán que responder por ellos; ellos mismos o sus padres o tutores si son menores de edad o en edad no imputable.

Uno de los padres afectados ha asegurado a ElCaso.com que irán hasta el fondo. "Ya basta de acoso, venga de donde venga y se exprese como se exprese. Se acabó la broma, porque lo que para pocos es una broma, para el resto son afectaciones psicológicas", apunta. Este tipo de acoso, tras el anonimato de las redes sociales, que los padres no controlan y permiten el acceso, aunque los jóvenes no tengan edad para acceder, se ha disparado en los últimos años, y muchos jóvenes, por miedo o vergüenza, no lo explican a los padres o profesores hasta que es demasiado tarde.