Los objetos que son robados acaban en algún sitio. Sobre todo, en el mercado negro. Pero ¿dónde pueden acabar 500 ordenadores portátiles robados de un instituto de Santa Coloma de Gramenet? ElCaso.com ha tenido acceso a una investigación realizada por un especialista en análisis de fuentes abiertas que, mediante la programación de un bot, ha conseguido situar en varios puntos del mundo los ordenadores que fueron sustraídos de este instituto público de Catalunya. La investigación realizada por este analista ha permitido también localizar otros aparatos: algunos robados en el Penedès y otros que, supuestamente, fueron sustraídos de escuelas del sur de España, en Andalucía. La mayoría de los terminales robados, algunos todavía con la serigrafía de la Generalitat de Catalunya, han podido ser posicionados, gracias a la investigación de este experto, en Marruecos.


La publicación de una noticia en ElCaso.com sobre este robo, antes del inicio de las clases de 2024, alertó a este experto. Los robos afectaron, pocos días antes de que los alumnos volvieran a los centros tras el descanso estival, a cuatro institutos de esta ciudad, aunque la mayoría de los dispositivos fueron robados del instituto Les Vinyes, de donde los ladrones se llevaron 400 dispositivos. Los Mossos abrieron una investigación que, por ahora, al menos públicamente, está en un callejón sin salida. La programación de un artefacto informático por parte del analista en fuentes abiertas entrevistado por ElCaso.com ha permitido ir geoposicionando los terminales que fueron sustraídos, sobre todo en tiendas de pueblos de Marruecos.

Imágenes de la Generalitat en ordenadores de Marruecos

Los números de serie, los modelos y, sobre todo, el hecho de que los ordenadores se hayan puesto a la venta —y se hayan publicado anuncios en sus canales de redes sociales locales— con la serigrafía de la Generalitat confirma que son los aparatos que unos desconocidos se llevaron de los institutos de Santa Coloma de Gramenet. La teoría es que, con bolsas grandes de supermercado, fueron trasladados por carretera hasta el sur de la Península. Allí, por mar, llegaron a Marruecos y, tras pasar por unos almacenes —de los cuales también se ha conseguido la dirección—, se fueron distribuyendo por tiendas que venden productos a particulares. El precio es la mitad del precio real, un hecho que, evidentemente, ya indica que su origen no es lícito. Pero nadie pregunta.

Las autoridades marroquíes no han respondido a las preguntas hechas por el analista. La impunidad de los vendedores, que saben que los productos son robados, pero también saben que las autoridades europeas no tienen capacidad de actuación en su país —ni tampoco es habitual que atiendan a las peticiones de colaboración de las policías extranjeras—, les lleva a vender los productos sin ni siquiera eliminar las marcas de la Generalitat de Catalunya. Tampoco se privan de publicar imágenes en sus canales oficiales de promoción, donde se ve claramente que son ordenadores supuestamente sustraídos y propiedad de la Generalitat de Catalunya.

El perjuicio económico que puede generar este robo de 500 terminales, más otros que se han ido registrando por todo el país, es complicado de cuantificar, pero solo por el precio de mercado de los aparatos, la cifra ya es desorbitada. La investigación de los Mossos para aclarar quién los robó y cómo fueron vendidos o trasladados hacia el sur sigue en marcha y, de momento, no hay novedades. Toda la información recogida por este analista está a disposición de la policía.

Aunque sin esta investigación intensiva, no hace mucho una ciudadana que fue víctima del robo de su móvil en Barcelona pudo recuperarlo tras localizarlo, gracias al GPS del dispositivo, en una tienda de Marruecos. Con la colaboración de unos agentes de una comisaría local de un pueblo de aquel país, se presentó en el lugar y pudo recuperar el terminal. En otras ocasiones, aunque el sistema GPS también los posiciona, mucha gente, por temor, no hace el viaje al país para recuperar el móvil. Sean ordenadores o móviles —que es lo que habitualmente se roba y que sale en grandes cantidades hacia estos países—, el robo de estos aparatos es un gran negocio. La investigación de este experto —la entrevista completa se puede ver bajo este texto— ha dado importantes pistas a la policía.

La entrevista completa, en ElCaso.com