Parece increíble, pero alguien ha planificado, en un centro penitenciario, un taller de jardinería que implicaba la entrada de veinte peligrosas estacas de plástico. De momento, sin embargo, las estacas han sido interceptadas en el control de entrada del centro penitenciario de Quatre Camins y han sido intervenidas, según ha podido saber ElCaso.com a través de fuentes penitenciarias.
La entrada de estos objetos peligrosos formaba parte de una actividad de jardinería organizada por la coordinadora de los educadores del centro, con el acuerdo del director. Además de las estacas, también estaba previsto que los monitores llevaran tijeras. El principal problema de estos objetos - tal como se ve en la foto que acompaña esta noticia - es que podrían haber quedado en el interior del centro, en concreto en una zona de huertos urbanos situada entre los módulos 6 y 7, unos de los más complicados de la prisión, donde se encuentran reclusos condenados por delitos violentos y delitos sexuales. Por ejemplo, en el módulo 7 está Gilberto Chamba, conocido como el "monstruo de Machala", condenado por el asesinato de la estudiante María Isabel Bascuñana en Lleida, en el año 2004, y también Pedro Jiménez, que el mismo año mató a dos agentes de la Policía Nacional en prácticas en l'Hospitalet de Llobregat.
Informe a dirección y a Justicia
Los trabajadores del centro han expresado su preocupación, según han explicado a ElCaso.com, por la permisividad con la que actúa el equipo directivo de Quatre Camins, ya que consideran que pone en riesgo la seguridad tanto de los trabajadores como de los propios internos. La entrada de estas estacas en la prisión, autorizada por la dirección, según han relatado representantes de los trabajadores a ElCaso.com, suponía un grave riesgo para la seguridad.
Ahora, sin embargo, el material ha sido intervenido y ya está fuera del alcance de los internos. El material ya había entrado en el centro y ha sido posteriormente que los funcionarios lo han confiscado, después de haber pasado los filtros de los educadores y del propio director del centro. Los responsables del servicio han elaborado un informe dirigido a la dirección y también a la dirección general de Prisiones, del departamento de Justicia, para informar de este incidente, que consideran negligente, y que podría haber terminado en tragedia. Este nuevo incidente en las prisiones catalanas llega en medio de una crisis de seguridad que afecta a casi todos los centros de Cataluña, y que comenzó en marzo de 2024 con el asesinato, en la prisión de Mas d'Enric, en Tarragona, de una de las cocineras del centro, a manos de un interno que trabajaba con ella. El hombre supuestamente la degolló y después se suicidó en la zona de neveras de la cocina del centro.