Incidente que podría haber acabado muy mal en la calle de Josep Coroleu de Vilanova i la Geltrú, en la comarca del Garraf, esta semana. La madrugada de miércoles a jueves, alrededor de las tres de la madrugada, dos jóvenes magrebíes, de 20 y 21 años, accedieron al interior de un piso para intentar robar y fueron detectados por los vecinos, que llamaron al 112. Una patrulla de los Mossos d'Esquadra se dirigió al piso y los sorprendió. Antes, sin embargo, opusieron resistencia e incluso encendieron fuego, amenazando con hacer saltar el bloque por los aires manipulando una bombona de gas butano, que llegó a hacer llama. Los Bomberos de la Generalitat pidieron a los Mossos que desalojaran el edificio donde estaban los dos ladrones, atrincherados en la zona del balcón, y también el edificio de enfrente, en la calle de Coroleu de la capital del Garraf.

Durante bastante tiempo, los dos hombres estuvieron en el balcón del edificio, sin escapatoria, pero gritando e intentando hacer marchar a los Mossos d'Esquadra, incluso amenazándoles con hacer explotar una bombona de butano que había en el balcón. La manipularon y encendieron fuego, causando una llamarada que, por suerte, no provocó daños ni ninguna deflagración, que podría haber sido fatal.

Tres horas negociando con los dos ladrones

El incidente se inició a las tres de la madrugada, cuando los vecinos detectaron la intrusión de los dos hombres, y se alargó hasta casi las seis de la madrugada, cuando los Mossos pudieron detener a los dos jóvenes, después de un rato de negociación y después de asegurar la zona. Varios agentes de la policía catalana dialogaron con los dos ladrones hasta que se dejaron detener.

Se trata de dos conocidos de la zona, con antecedentes, que finalmente fueron detenidos por desórdenes públicos, por amenazas y también por robos con fuerza, que era su objetivo cuando entraron al piso, antes de ser detectados por los vecinos y que se complicara la noche. Los dos serán entregados durante las próximas horas al juzgado de guardia de Vilanova i la Geltrú, que deberá decidir si ingresan en prisión o quedan en libertad, como parece que acabará pasando.