Iker Casillas, antiguo portero del Real Madrid, ha sido víctima de un robo elaborado que ha tardado un tiempo en detectar. Una empleada del hogar y un vigilante de seguridad le han robado cinco relojes de lujo al exfutbolista, valorados en unos 50.000 euros, y los han sustituido por falsificaciones, un engaño que ha funcionado durante un tiempo, pero que finalmente se ha acabado detectando. La Policía Nacional ha podido descubrir la verdad después de tenderle una trampa a la mujer y conseguir que confesara.

Relojes robados a Casillas / Policía Nacional
Relojes robados a Casillas / Policía Nacional

No se sabe cuánto tiempo tardó en darse cuenta del intercambio, pero el pasado jueves 16 de octubre, Casillas puso una denuncia y, tras las investigaciones pertinentes, el día 21 se detuvo a los ladrones. Casillas se dio cuenta de que algunos de sus relojes de lujo no eran los originales, que tenían grabadas fechas importantes, como las victorias de algunas Champions, sino que los habían cambiado por imitaciones de mucho menos valor, y avisó a las autoridades. La Policía Nacional comenzó su investigación y rápidamente planteó como principales sospechosos a la empleada del hogar, una de las pocas personas que sabía dónde estaban los relojes; y a su marido, un vigilante de seguridad de la urbanización donde reside el exfutbolista.

Cae en la trampa y confiesa

Los agentes tendieron una trampa a la empleada del hogar y, cuando picó, no tuvo más remedio que confesar. Su marido, el vigilante, era el cerebro que se escondía detrás de la operación, pero fue la mujer la que hizo el trabajo. Tras descubrir a los autores de los hechos, se registró su domicilio, donde encontraron uno de los relojes y varias piezas de los demás. El robo ha sido un duro golpe para el portero, ya que la ladrona trabajaba para él desde el año 2019, y no se esperaba que fuera capaz de estos actos.