Tras casi dos semanas de llamas, el barco Felicity Ace, que transportaba alrededor de 4.000 coches de lujo de marcas como Lamborghini, Bugatti o Porsche, se ha acabado hundiendo con toda su carga. El misterio de por qué tardó tanto en apagarse las llamas aún está sin resolver, aunque se sospecha de las baterías de litio de los vehículos eléctricos que había en la carga, y finalmente no ha podido ser remolcado y se ha acabado hundiendo en la costa de las Islas Azores.
Se hunde el barco cargado de coches de lujo
Fue el 18 de febrero cuando el barco se incendiaba con la tripulación y la carga a bordo: casi 4.000 coches de marcas Volkswagen, Porsche, Audi, Bugatti, Bentley y Lamborghini, algunos de ellos eléctricos con baterías de iones de litio. El valor de las pérdidas, que incluyen todos los vehículos, no ha sido confirmada por las empresas, pero se calcula que ronda los 360 millones de euros. Afortunadamente, no se tuvieron que lamentar bajas humanas, ya que los tripulantes fueron evacuados rápidamente por la Marina Portuguesa.
Entonces los bomberos empezaron con las imposibles tareas de extinción, que se alargaron durante más de una semana en la que se intentaba sobre todo que las llamas no llegaran a los tanques de combustible para evitar una explosión fatal. Aun así, el fuego seguía activo, y se empezó a sospechar que el causante eran las baterías de litio de los coches eléctricos que viajaban en el Felicity Ace, que podrían haber avivado el incendio.
Casi dos semanas en llamas: los detalles que se saben
Así lo explicaban varios estudios recogidos por La Vanguardia, que detallaban que la probabilidad de que un coche eléctrico se incendie es diez veces menor que uno de gasolina, aunque el incendio suele ser más violento y difícil de extinguir cuando las llamas llegan a las baterías de litio, especialmente inflamables. De hecho, la estructura de la batería puede generar altas temperaturas que propaguen el fuego a los elementos que la rodean.
Igualmente, se desconocen las causas del incendio, que también apunta a las mismas baterías como origen. Para averiguarlo habrá que esperar meses, ya que la investigación, ahora submarina, tardará en llegar a conclusiones plausibles. Ahora, el barco y los coches de lujo se encuentran en el fondo del mar frente a la costa de las Azores. El Felicity Ace salió del puerto alemán de Emden, donde Volkswagen tiene una de sus fábricas, y se dirigía al puerto estadounidense de Davisville, en Boston, y luego a Houston, Texas, con 3.965 coches a bordo de las marcas Volkswagen, Porsche, Audi, Bugatti, Bentley y Lamborghini.