La confusión de un hospital de Barcelona a la hora de entregar a dos pacientes difuntos a sus familias provocó que uno de ellos acabara velado y casi enterrado por quien no tocaba. Los primeros en enterrar a su supuesto familiar no se dieron cuenta del error, pero sí los allegados del segundo hombre, que descubrieron el error en el tanatorio, después de abrir el ataúd y encontrarse con un desconocido en el lugar donde tenía que estar su padre.

Así lo ha explicado la hija de este último, vecina de Terrassa, en el programa "Bacstage" de Ràdio Flaixbac. Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de septiembre. Su padre murió el día 18 en un hospital de Barcelona, y el día 20 lo trasladaron a la cocapital del Vallès Occidental para hacer el entierro. Previamente, el cuerpo pasó por las manos de unos profesionales de tanatoestética para maquillarlo y arreglarlo, quienes comunicaron en el tanatorio que, desgraciadamente, el cadáver estaba en muy mal estado y que sería mejor mantener el ataúd cerrado.

Se dan cuenta del error al abrir el féretro

"Cuando nos lo trajeron a Terrassa, nos dijeron que no se podía abrir el ataúd porque el cuerpo estaba muy mal", explicó la hija. Según ella, eso no tenía ningún sentido, y, después de mucho insistir, consiguió que abrieran el féretro. La familia se llevó una desagradable sorpresa al no reconocer al hombre que yacía dentro.

La hija del difunto explicó a los trabajadores del tanatorio, estupefacta, que aquel no era su padre. Estos le aseguraron que sí que lo era, argumentando que la documentación que había llegado con el cadáver del hospital se correspondía con la identidad del hombre. No fue hasta que no encontraron una pulsera del centro sanitario, donde figuraba el nombre real de la persona que estaba en el ataúd, que no admitieron la confusión. Afortunadamente, al cabo de unas horas encontraron el cuerpo correcto, y pudieron proceder con el entierro.

La otra familia había enterrado el cadáver equivocado

La mujer, interesada por saber cómo acabó el cadáver de otro señor con la documentación de su padre, hizo una búsqueda por internet. Al teclear el nombre de este hombre en el buscador, descubrió que había sido enterrado un par de semanas antes; la familia de esta persona enterró un tercer cadáver, sin saber que bajo la lápida no descansaba su familiar. Después de todo eso, la afectada denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra, que han abierto una investigación para averiguar cómo fue posible que el hospital se equivocara de cadáveres a la hora de entregarlos a sus familias.