Un hombre de Malasia ha vivido una auténtica odisea después de recibir la noticia de que su hijo había muerto en la prisión. Para empezar, el padre no era consciente de la faceta delictiva del joven, y mucho menos se esperaba que muriera tan repentinamente. Días después de la trágica noticia, cuando ya había aceptado la situación y se disponía a incinerar el cuerpo, recibió otra llamada: su hijo todavía estaba vivo; se habían equivocado de cadáver.

Los hechos han tenido lugar en la ciudad de Sungai Buloh, en el estado de Selangor, en el noroeste del país. El hombre recibió una llamada el viernes pasado en que le informaban de que su hijo había muerto en el centro penitenciario de la ciudad, y que tenía que ir lo antes posible a recoger el cadáver. El hombre recibió la noticia con sorpresa, ya que, según tenía entendido, su hijo trabajaba en otra ciudad, en Selayang. No obstante, acudió al hospital a identificar el cuerpo.

El cadáver no se parecía al hijo

Al llegar y mostrarle el cuerpo, el hombre quedó desconcertado, pues el joven que estaba en la camilla no se parecía en absoluto a su hijo. Los funcionarios de la prisión y los forenses lo atribuyeron al hecho de que llevaba el pelo rapado, y la autopsia le había desfigurado el rostro. A pesar de no estar del todo convencido, el hombre decidió aceptar que aquel joven era su hijo y que había muerto.

El padre, junto con otros familiares, trasladó el cadáver a su casa, donde lo prepararon todo para el velatorio. Unos días más tarde, trasladaron el cuerpo al cementerio municipal, donde procedieron a incinerarlo. Sin embargo, minutos antes de comenzar con la cremación, el padre recibió otra llamada de la prisión de Sungai Buloh.

El hijo todavía estaba vivo

Los funcionarios le comunicaron que se habían equivocado a la hora de identificar al preso y que su hijo todavía estaba interno en el centro, vivo. En un primer momento, el hombre no creyó lo que le decían, y tuvieron que llamarle por vídeo para que viera a su hijo en directo. Después del estupor inicial, el hombre regresó a la prisión para ver al joven, y los funcionarios del centro de Sungai Buloh retiraron el cadáver, que todavía está sin identificar.