El viernes de la semana pasada, el 30 de mayo, dos agentes de los Mossos d'Esquadra vivieron unos momentos de mucha tensión cuando quisieron ponerle una multa a un hombre que conducía sin cinturón y borracho por la carretera N-II, a la altura del término municipal de Cervera, en la Segarra (Lleida). El conductor, de 70 años y apicultor de profesión, aparte de negarse a hacer la segunda prueba de alcoholemia -la primera dio un resultado positivo de 0,38 miligramos por litro de aire expirado- abrió el maletero y atacó a los Mossos con las abejas que transportaba en el interior, que picaron a los agentes, para vengarse por haberlo parado en el control y querer sancionarlo por haber infringido las normas de seguridad de tráfico.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de la una del mediodía, cuando los agentes pararon la furgoneta en cuestión al ver que el conductor no llevaba el cinturón de seguridad puesto. Con el primer intercambio de palabras, que por parte del conductor fueron amenazas, ya sospecharon que podía ir bajo los efectos del alcohol y lo sometieron a un test. Esta primera prueba fue positiva, pero se negó a hacerse la segunda, tal como dictamina el procedimiento habitual en estos casos, y volvió a amenazar a los policías antes de atacarlos con las abejas, según el diario Segre.
Detenido por atentado contra los agentes, que tuvieron que acudir a un CAP
Los insectos picaron indiscriminadamente a los agentes, que tuvieron que refugiarse en un restaurante cercano hasta la llegada de la patrulla de refuerzo. Finalmente, pudieron arrestar al conductor, acusado de un delito de atentado contra agentes de la autoridad, aunque quedó en libertad con cargos después de declarar en comisaría. Con respecto a los Mossos heridos por las picaduras, tuvieron que acudir a un Centro de Atención Primaria (CAP) donde les tuvieron que poner cortisona.