Un velatorio nunca es un asunto agradable. Y lo es todavía menos si descubres que no has estado velando a la persona correcta. Eso es precisamente lo que ha pasado en un tanatorio de Madrid, cuando la familia abrió el ataúd para despedirse definitivamente y descubrió que no se trataba de su fallecida.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para poder determinar qué provocó la confusión que acabó con el intercambio de los cuerpos de dos mujeres de 90 años que murieron en el mismo hospital y que fueron entregadas a las familias equivocadas. El objetivo de la investigación es aclarar si la negligencia ha sido cometida en el Hospital Universitario Moncloa o si, al contrario, ha sido un error del Tanatorio M30. Desde el servicio funerario aseguran que los ataúdes habían llegado ya desde el hospital con las etiquetas cambiadas.
Descubrieron el error en el último momento
La familia de María F.D. se había pasado las últimas 24 horas velando sobre el féretro cerrado. Fue su hija quien se dio cuenta del error cuando pidieron a los trabajadores del tanatorio que lo abrieran para poder despedirse de ella por última vez. El desafortunado descubrimiento se produjo justo a tiempo: el cadáver ya había sido desplazado al cementerio de La Almudena, donde estaba previsto que se incinerara.
Queda la pregunta de si la otra familia se dio cuenta de la equivocación. A pesar de haber muerto el mismo día y en el mismo hospital, la familia de Raquel A.D., también de 90 años, organizó el velatorio un día antes. Según una trabajadora del tanatorio, una mujer expresó sus dudas con respecto a la identidad del cadáver, pero que al final la familia decidió proceder tanto con el velatorio como con la posterior incineración.
Las dos familias han expresado su intención de exigir a los responsables del error que paguen por los daños morales ocasionados. Pero apuntan que el posible origen de la confusión podría haber sido por el hecho de que las dos ancianas se parecían bastante físicamente. Por su parte, la policía está custodiando el féretro de la que sería realmente Raquel A.D. a la espera de que la familia de ésta la pueda identificar definitivamente. El Juzgado de Instrucción número 40 ha ordenado asimismo que la Policía Científica examine las cenizas del otro cuerpo para determinar si se trataba realmente de María F.D.