El pasado enero, la Policía Nacional capturaba en Marbella al capo de la peligrosa Mocro Maffia de los Países Bajos, Karim Bouyakhrichan, en busca y captura por las autoridades neerlandesas desde el 2018. Una detención más que celebrada en este país de la Europa del norte, cuanto menos, porque el mafioso había amenazado de muerte en varias ocasiones a la heredera a la corona, la princesa Amalia. Ahora, sin embargo, la familia real de los Orange vuelve a estar atemorizada al saber que Karim Bouyakhrichan ha escapado del Estado español después de quedar en libertad provisional el pasado 18 de marzo.

Y ha sido una descoordinación judicial lo que ha permitido la huida de este delincuente neerlandés de origen marroquí, ya que la Audiencia Provincial de Málaga ordenó varias medidas cautelares, como la retirada de su pasaporte, lo que propició que la Audiencia Nacional no emitiera una orden de detención para garantizar su extradición a los Países Bajos, y Bouyakhrichan ha aprovechado para hacer bomba de humo. El Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional no ha tardado en activar la pertinente Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), sin embargo, puede ser, demasiado tarde.

El bajo perfil de uno de los grandes líderes de la Mocro Maffia

Karim Bouyakhrichn se instaló en Marbella, uno de los sitios preferidos de los narcotraficantes internacionales cuando llegan a España, junto con su hermano Samir, el verdadero líder del clan que ahora encabeza Karim. El año 2014, Samir murió durante un tiroteo en Benahavís, cosido a tiros por unos sicarios que lo pillaron mientras tomaba alguna cosa en la terraza de un bar. Karim se convirtió de sopetón en capo; contrariamente a su hermano, optó por llevar un perfil mucho más bajo, lo que le permitió consolidar su presencia en Marbella, Málaga, Melilla y Barcelona, con ramificaciones extranjeras en Marruecos, República Dominicana, Emiratos Árabes y, naturalmente, los Países Bajos.

Durante años, figuró entre los delincuentes más buscados de Holanda, pero no conseguían localizarlo. Finalmente, la Policía Nacional dio con su paradero y lo consiguieron detener este enero junto con cinco personas más relacionadas con la mafia. Ahora, parece, tienen que reanudar el trabajo que pensaban acabado.