José María y Josefa son un matrimonio de Oliva (Valencia) que han perdido su casa de toda la vida por culpa de su hijo. ¿El motivo? Ha okupado la vivienda con su pareja y los han echado. Tanto él como su novia aseguran que lo han hecho porque no tienen dónde ir y, los propietarios, aunque también necesitan la casa, no pueden entrar.
Oliva es un municipio de 25.000 habitantes cerca de Valencia. Josefa y José María, un matrimonio de la tercera edad que hace 20 años que vivían en un chalet en esta localidad. El año pasado, vivían con ellos su hijo y la pareja de este, pero empezaron a tener muchos problemas de convivencia.
De hecho, la joven asegura que, en mayo del 2021, José María la amenazó e insultó con un arma blanca, motivo por el que fue detenido por la Guardia Civil. No obstante, después de pasar la noche en el cuartel, fue puesto en libertad por falta de pruebas.
La joven y su pareja aseguran que la agresión fue 100% real, pero el hombre lo niega
Fue en aquel momento cuando decidieron okupar la casa de este matrimonio y, desde entonces, los propietarios ya no pudieron volver a entrar, explica Cuatro al día. Mientras ellos aseguran que la da se inventó la agresión, tanto la joven como su pareja explican que fue 100% real.
"A mí no me interesa esta casa para nada, estoy aquí porque no tengo donde ir"
Los okupas han aprovechado la ocasión para decir que ellos no quieren la casa de José María y Josefa y que si viven allí es porque tienen problemas económicos y no les queda otra alternativa. "A mí no me interesa esta casa para nada, estoy aquí porque no tengo donde ir", dice el okupa en Cuatro en el día.
Josefa y José María necesitan la casa okupada por su propio hijo
Los propietarios explican que ellos necesitan la casa, ya que Josefa tiene problemas de movilidad y la vivienda está adaptada a su situación. Por si no fuera poco, son ellos los que tienen que pagar los gastos del suministro eléctrico y el agua, aunque se benefician su hijo y su pareja.
La madre pide entre lágrimas que le devuelvan la casa donde ha vivido 20 años de su vida
A pesar de la negativa de los okupas, Josefa ha pedido entre lágrimas que les dejen recuperar la casa donde han estado viviendo 20 años de su vida, una petición que el hijo y la pareja no están dispuestos a aceptar, a pesar de la gravedad y la injusticia de esta situación.