Como si se tratara de un videojuego en el que el conductor circula con su vehículo por allí donde quiere, independientemente de las señales viarias, la velocidad, los otros usuarios de la vía y de las indicaciones de la policía, así se debió sentir el propietario de un vehículo ayer cuando circulaba de manera temeraria por el aparcamiento de un conocido supermercado alemán situado en Granollers, en Barcelona
Los hechos pasaron cerca de las seis y media de la tarde. Un coche patrulla de los Mossos d'Esquadra, que circulaba haciendo tareas de prevención y seguridad ciudadana, vio a un individuo que conducía de forma negligente en el aparcamiento de un supermercado situado en la carretera Ronda Sud, cerca de un establecimiento de comida rápida y una conocida tienda de ropa deportiva.
Los Mossos d'Esquadra, con la ayuda de la Policía Local de Granollers, dieron las instrucciones pertinentes para que el conductor dejara de tener esta actitud, pero el ocupante del vehículo hizo caso omiso y, en un intento de huida, chocó de manera frontal con un todoterreno de la policía catalana. A consecuencia del choque, tres agentes sufrieron heridas leves y necesitaron asistencia médica.
Según ha podido saber ElCaso.cat, los Mossos d'Esquadra detuvieron al conductor del vehículo, un joven de nacionalidad francesa de origen magrebí, por delitos de desobediencia, conducción temeraria y atentado contra los agentes de la autoridad. La policía ha abierto una investigación para aclarar los motivos que llevaron al hombre a conducir de esta manera y no descartan ninguna hipótesis, pudiendo tratarse de problemas psicológicos o circunstancias temporales, como conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Segunda embestida en los Mossos en menos de una semana
En Catalunya empieza a ser habitual que los conductores que huyen de la policía para conducir de manera temeraria intenten chocar con los vehículos policiales para así inutilizarlos y dificultar su persecución.
El día 15 de agosto, en Sant Andreu de la Barca, en el Baix Llobregat, los Mossos d'Esquadra tuvieron que hacer una persecución por la A-2 a un coche que circulaba con el neumático reventado y ocupando constantemente el carril contrario, haciendo eses y poniendo en riesgo la seguridad vial. El conductor, que circulaba bajo los efectos del alcohol y sin permiso de conducir, embistió en reiteradas ocasiones los Mossos para poder dificultar su detención. Finalmente, los agentes de la policía, que en este caso no sufrieron ninguna herida, pudieron detener al hombre, un conductor de 46 años con antecedentes policiales.