Tres niñas han muerto y ocho personas han resultado heridas en un apuñalamiento múltiple en la localidad inglesa de Southport, al oeste del Reino Unido, este lunes por la mañana. La policía pudo detener al sospechoso, un adolescente de 17 años, que atacó a varias personas con un cuchillo en plena calle. Los servicios de emergencias recibieron la alerta cuando faltaban diez minutos para las doce del mediodía. Hasta el lugar del incidente, en Hart Street, también se enviaron catorce ambulancias que atendieron in situ a los heridos antes de evacuarlos al hospital. No se investiga el suceso como un caso de terrorismo.

La tercera víctima mortal, una niña de 9 años, ha muerto este martes en el hospital donde estaba ingresada. Las otras dos, de 6 y 7 años, murieron el lunes por la noche. 

El servicio de ambulancias North West confirmó en un tuit el número de víctimas, e informó de que se trasladó a los heridos al Hospital Infantil Alder Hey, al Hospital Universitario de Aintree y al Hospital General de Southport and Formby. Mientras tanto, los agentes de la policía localizaron y detuvieron al presunto agresor, a quien escoltaron a dependencias policiales para tomarle declaración. A estas alturas, desde la policía no han explicado los motivos ni las circunstancias de este ataque, que continúa bajo investigación. Según las primeras informaciones, el ataque se produjo en la escuela de secundaria Meols Cop High School, donde los menores estaban haciendo un taller de verano. 

Los testigos alertaron al resto de vecinos por WhatsApp

Según los medios locales, tan pronto como se tuvo constancia del ataque, los testigos enviaron mensajes por un grupo de WhatsApp del vecindario, alertando al resto de residentes de lo que pasaba y aconsejando que cerraran las puertas y las ventanas para evitar que el joven pudiera llegar a entrar en alguna de las casas. La policía mantiene acordonada la zona del incidente y ha pedido a los vecinos que no salgan a la calle, aunque, según han asegurado, "no hay peligro para el público" después de haber arrestado al sospechoso.