Los bañistas de la playa de la Barceloneta, en la capital catalana, se han llevado un buen susto este mediodía, cuando, hacia las dos, un helicóptero ha tenido que amarar —es decir, aterrizar en el agua— por causas todavía desconocidas. Dentro del vehículo había cuatro personas, el piloto y tres pasajeros más, que, afortunadamente, han quedado todos sanos y salvos. El helicóptero iba equipado con cuatro flotadores en la parte inferior que le han permitido poder hacer la maniobra sin demasiadas complicaciones y ponerse en el agua sin hundirse ni poner en riesgo las vidas de los ocupantes del vehículo.

Los cuerpos de seguridad no se han hecho esperar y, cuando el helicóptero ha acabado en el agua, entre las torres Mapfre y Hotel W, han ido inmediatamente al lugar de los hechos para hacerse cargo de la situación, de los afectados y de posibles heridos, aunque al final, como se ha podido comprobar, no había heridos. Se han desplazado unidades de los Bombers, de la Guardia Urbana de Barcelona y Mossos d'Esquadra, de este último cuerpo se han movilizado dotaciones de Salvament Marítim, del Grup de Seguretat Aèria y de Unitats de Seguretat Ciutadana con la Unitat Marítima. Los diferentes cuerpos han colaborado conjuntamente para asistir a los afectados por el accidente, asegurarse de que no corrían peligro, hacerse cargo de la situación y evitar que se acercaran personas externas.

Investigación pendiente

Según informa el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, el incidente ya está controlado y, afortunadamente, después de desalojar el vehículo, han prestado una primera atención a los afectados y han visto que no se tiene que lamentar ninguna pérdida humana ni hay ningún herido, pero todavía habrá que hacer una investigación para entender por qué motivo el piloto del helicóptero se ha visto obligado a llevar a cabo una maniobra tan peligrosa como la de intentar amarar, y si se trata de problemas técnicos del vehículo o de algún otro factor.